Pablo como ejemplo de un pastor
La siguiente fuente para definir un pastor se encuentra en las cartas de Pablo en el Nuevo Testamento. Como la información esta más completa aquí lo vamos a dividir en dos partes. La primera parte es donde Pablo ilustra el trabajo pastoral por sus propias acciones. Esta parte viene de las secciones donde Pablo describe su relación con la gente. Para esta parte vamos a ver 1 Tesalonicenses 2 y 3.
La segunda parte es donde Pablo da instrucciones de como ser pastor. Esto esta mayormente en las Epístolas a Timoteo y Tito, que son instrucciones de como ser un pastor.
Pablo estaba en Tesalónica por poco tiempo cuando en su segundo viaje misionero. Estaba obligado a salir de la ciudad por que la oposición era fuerte. La oposición a su misión en esta ocasión atacaba su estilo de liderazgo. Para responder a estos ataques Pablo esta obligado a defender su estilo de liderazgo y pastoreo de la nueva iglesia.
1 Tesalonisences2 y 3
"Hermanos, bien saben que nuestra visita a ustedes no fue un fracaso. Y saben también que, a pesar de las aflicciones e insultos que antes sufrimos en Filipos, cobramos confianza en nuestro Dios y nos atrevimos a comunicarles el evangelio en medio de una gran lucha. Nuestra predicación no se origina en el error ni en malas intenciones, ni procura engañar a nadie. Al contrario, hablamos como hombres a quienes Dios aprobó y les confió el evangelio: no tratamos de agradar a la gente sino a Dios, que examina nuestro corazón. Como saben, nunca hemos recurrido a las adulaciones ni a las excusas para obtener dinero; Dios es testigo. Tampoco hemos buscado honores de nadie; ni de ustedes ni de otros. Aunque como apóstoles de Cristo hubiéramos podido ser exigentes con ustedes, los tratamos con delicadeza.* Como una madre* que amamanta y cuida a sus hijos, así nosotros, por el cariño que les tenemos, nos deleitamos en compartir con ustedes no sólo el evangelio de Dios sino también nuestra vida. ¡Tanto llegamos a quererlos! Recordarán, hermanos, nuestros esfuerzos y fatigas para proclamarles el evangelio de Dios, y cómo trabajamos día y noche para no serles una carga. Dios y ustedes me son testigos de que nos comportamos con ustedes los creyentes en una forma santa, justa e irreprochable. Saben también que a cada uno de ustedes lo hemos tratado como trata un padre a sus propios hijos. Los hemos animado, consolado y exhortado a llevar una vida digna de Dios, que los llama a su reino y a su gloria. Así que no dejamos de dar gracias a Dios, porque al oír ustedes la palabra de Dios que les predicamos, la aceptaron no como palabra humana sino como lo que realmente es, palabra de Dios, la cual actúa en ustedes los creyentes. Ustedes, hermanos, siguieron el ejemplo de las iglesias de Dios en Cristo Jesús que están en Judea, ya que sufrieron a manos de sus compatriotas lo mismo que sufrieron aquellas iglesias a manos de los judíos. Éstos mataron al Señor Jesús y a los profetas, y a nosotros nos expulsaron. No agradan a Dios y son hostiles a todos, pues procuran impedir que prediquemos a los gentiles para que sean salvos. Así en todo lo que hacen llegan al colmo de su pecado. Pero el castigo de Dios vendrá sobre ellos con toda severidad.* Nosotros, hermanos, luego de estar separados de ustedes por algún tiempo, en lo físico pero no en lo espiritual, con ferviente anhelo hicimos todo lo humanamente posible por ir a verlos. Sí, deseábamos visitarlos --yo mismo, Pablo, más de una vez intenté ir--, pero Satanás nos lo impidió. En resumidas cuentas, ¿cuál es nuestra esperanza, alegría o motivo* de orgullo delante de nuestro Señor Jesús para cuando él venga? ¿Quién más sino ustedes? Sí, ustedes son nuestro orgullo y alegría.
"Por tanto, cuando ya no pudimos soportarlo más, pensamos que era mejor quedarnos solos en Atenas. Así que les enviamos a Timoteo, hermano nuestro y colaborador de Dios* en el evangelio de Cristo, con el fin de afianzarlos y animarlos en la fe para que nadie fuera perturbado por estos sufrimientos. Ustedes mismos saben que se nos destinó para esto, pues cuando estábamos con ustedes les advertimos que íbamos a padecer sufrimientos. Y así sucedió. Por eso, cuando ya no pude soportarlo más, mandé a Timoteo a indagar acerca de su fe, no fuera que el tentador los hubiera inducido a hacer lo malo y que nuestro trabajo hubiera sido en vano. Ahora Timoteo acaba de volver de Tesalónica con buenas noticias de la fe y del amor de ustedes. Nos dice que conservan gratos recuerdos de nosotros y que tienen muchas ganas de vernos, tanto como nosotros a ustedes. Por eso, hermanos, en medio de todas nuestras angustias y sufrimientos ustedes nos han dado ánimo por su fe. ¡Ahora sí que vivimos al saber que están firmes en el Señor! ¿Cómo podemos agradecer bastante a nuestro Dios por ustedes y por toda la alegría que nos han proporcionado delante de él? Día y noche le suplicamos que nos permita verlos de nuevo para suplir lo que le falta a su fe. Que el Dios y Padre nuestro, y nuestro Señor Jesús, nos preparen el camino para ir a verlos. Que el Señor los haga crecer para que se amen más y más unos a otros, y a todos, tal como nosotros los amamos a ustedes. Que los fortalezca interiormente para que, cuando nuestro Señor Jesús venga con todos sus santos, la santidad de ustedes sea intachable delante de nuestro Dios y Padre."
(1 Tesalonicenses 2:1--3:13)
Después de leer estos dos capítulos contesta las siguientes preguntas:
¿Qué es lo que Pablo no hace o evita en su labor pastoral? y ¿Qué es lo que hace Pablo en su labor pastoral?
¿Qué consecuencias para el pueblo de Dios hubiera sucedido si Pablo y los otros líderes cristianos no hubieran seguido este patrón que Pablo expone aquí en 1 Tesalonicenses? ¿Hubiera sido creíble su predicación?
Ya tenemos la manera de hacer un perfil de un pastor. Sabemos las cosas positivas que tiene que hacer y las cosas negativas que no debe hacer.