“Pues Moisés escribe que el hombre que practica la justicia que es de la ley, vivirá por ella. Pero la justicia que es de la fe, dice así, “NO DIGAS EN TU CORAZON: ´¿Quién subirá al cielo?´ Esto es para hacer bajar a Cristo, o “¿Quién descenderá al abismo?´ Esto es, para subir a Cristo de entre los muertos. Pero, ¿qué dice? “Cerca de ti esta la Palabra, en tu boca y en tu corazón,” es decir, la palabra de fe que predicamos: que si confiesas con tu boca a Jesús por Señor, y crees en el corazón que Dios lo resucitó de entre los muertos, serás salvo. Porque con el corazón se cree para justicia, y con la boca se confiesa para salvación. Pues la Escritura dice: “Todo el que creen en Él no será avergonzado.” Por que no hay distinción entre Judío y Griego, pues el mismo Señor es Señor de todos, abundando en riquezas para todos los que le invocan: porque: “Todo aquel que invoca el nombre del Señor será salvo.” ¿Cómo, pues, invocarán a Aquél en quien no han creído? ¿Y cómo creerán en Aquél de quien no han oído? ¿Y cómo creerán sin haber quien les predique? ¿Y cómo predicarán si no son enviados? Tal como está escrito: “¡Cuan hermosos son los pies de los que anuncian el Evangelio del bien!” Romanos 10:5-15 NBLH
Muchas iglesias y personas están buscando la “presencia de Dios”. Algunos nos tienen asistiendo a “templos” porque allí habita Dios. ¿Qué podemos cantar para que Dios este con nosotros aquí ahora? ¿Qué podemos dar a Dios? ¿Qué podemos hacer para Dios? Cantamos, brincamos, asistimos, ofrendamos y oramos para bajar la presencia de Dios. ¿Qué podemos hacer?
Pablo nos indica que no debemos estar buscando bajar a Dios del cielo o subir a Dios del abismo. Esta frase es muy interesante ya que responde a lo que hacemos en nuestra búsqueda de Dios. ¿Dónde esta Dios para que podemos buscarle? ¿Debemos hacer peregrinaciones para encontrar a Dios?
Pero Romanos 10:8 nos dice que la presencia de Dios esta en su Palabra. Dios es un Dios de Su Palabra. Si buscamos a Dios en lugares o en maneras que Él no autoriza estamos perdidos en una idolatría porque estamos buscando en lugares y maneras que no corresponde a la manera en que Él se revela a nosotros. Él se revela en su Palabra. Nuestra búsqueda para en contra a Dios de otra manera constituye un rechazo de Su revelación.
En los siguientes versículos Pablo indica su procedimiento para dar a conocer a Dios. Él predica la Palabra de Dios y dice que la gente que creen y confiesan esta Palabra son los que son salvos. Esto indica la importancia de dar a conocer la revelación de Dios en su Palabra.
Sólo conocemos a Dios por su Palabra o como dijeron los de la reforma, “sola Escritura”.