jueves, 31 de diciembre de 2015

La Misión de Jesús

El tema
La mayor motivación para la misión es la Biblia. Históricamente, los monjes huían de la sociedad para conseguir seguridad y lograr sus metas de estudio. Sin embargo, al estudiar la Biblia, en sus corazones nació el deseo de llevar el evangelio a otras naciones y a otras etnias. Así nacieron la mayor parte de las misiones entre los años 500 y 1500 d.C. Por esta razón, es importante fundamentar nuestra participación en las Escrituras y la misión de Jesús.
Para ello debemos plantearnos y contestar tres preguntas:

¿Cuál es la misión de Dios?
¿Cómo llevó a cabo Jesús esta misión?
¿Cuál es nuestra participación en dicha misión?

La Misión de Jesús:
Cordero de Dios


¿A quién le importa el futuro?

Hace poco vi un libro cuyo título era: ¿A quién le importa el futuro?: Las disyuntivas de México, de Juan Ramón de la Fuente, ex-rector de la UNAM. El autor plantea las alternativas disponibles para dirigir al país en los próximos años. Sus propuestas no toman en cuenta la espiritualidad, ni la religión, ni a Dios. ¿Qué futuro o qué posibilidades tenemos en un futuro sin Dios?

Para Dios, el futuro es importante. A Dios le importa la justicia. A Dios le importa la maldad. A Dios le importa que los justos sean premiados. La misión de Dios es que haya justicia, verdad y amor en este mundo. Las Escrituras dicen que hay un solo camino para llegar a estas metas (Juan 14:6).

El Nuevo Testamento afirma que los que no creen en Dios no tienen esperanza. La esperanza sin Dios es temporal, pasajera; en contraste, la esperanza con Dios es eterna.
Además, sin Dios no hay justicia.

Cuando Juan el Bautista presenta a Jesús al pueblo de los judíos se refiere a él como: “el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo”. No es fácil entender esta frase. Para definir este concepto, necesitamos ver cómo se usa en el Antiguo Testamento. ¿Para qué servían los corderos en la religión de los Israelitas? ¿Qué tiene que ver el cordero con el pecado? ¿Cómo lograron quitar la ofensa del pecado para acercarse a Dios? ¿Qué connotaciones tenemos acerca de los sacrificios? Éstas son sólo algunas preguntas que necesitamos responder para entender el anuncio de Juan el Bautista.

La declaración
Desde Génesis 3:15 sabemos que Dios tiene un plan para derrotar a la maldad.
«Pondré enemistad entre tú y la mujer, y entre tu simiente y su simiente; él te herirá en la cabeza, y tú lo herirás en el talón.» (Génesis 3:15 NBLH). 

Este versículo y su contexto definen el problema humano. El hombre se rebeló y buscó ser autónomo. Con sus actos el hombre provocó la maldición de Dios sobre él y que la creación misma se volviera su enemiga. Esto establece el problema que el evangelio habrá de resolver. A partir del pecado de Adán y Eva, la creación y los seres humanos viven una lucha de sobrevivencia. La rebeldía en contra de Dios hace que vivamos en un conflicto. 

Este versículo también nos ofrece esperanza. Indica que un descendiente de la mujer va a derrotar a la maldad y permitir que la creación vuelva a cumplir las aspiraciones que Dios tenía para ella desde el principio. Podemos esperar que Dios restablezca sus paz y armonía en su creación.

La misión de Dios
[Génesis 3:15  define la misión de Dios. Para continuar con su su plan, Dios tiene que resolver el problema del pecado, sino no, no habrá  hecho nada para lograr sus propósitos en la tierra. Génesis 3:15 indica que el propósito de Dios es que un hombre venza a la maldad. Tiene que aplacar la rebeldía en el corazón humana para que los humanos se reconcilien con él. El hombre tiene que obedecerlo en todo o fracasará su plan para la humanidad.

La promesa
Para entender la misión de Jesús tenemos que arrancar desde la promesa de Dios a Abraham en Génesis 12:1-3.

En esta promesa tenemos a Dios prometiéndole a Abraham una tierra, una descendencia, y una bendición (gobierno). Es decir, le promete un reino.

El pacto
En el pacto aprendemos que Dios le está cumpliendo su promesa. Dios extiende la promesa a un pacto. La extiende la promesa por cuanto lo solemniza, es decir, formaliza la promesa con una firma ante la ley o ante una autoridad (Génesis 15:17-18), ya que es un acuerdo con consecuencias en caso de no cumplirse. También la extiende e incrementa en que Dios mismo promete ser escudo para Abraham o el pueblo de Dios. En tercer lugar, la incrementa en que Dios promete darse a sí mismo para su pueblo como “galardón” (Génesis 15:1-2) 

Aprendemos que el creer en lo prometido por Dios lo hace a uno justo. No es lo que el hombre hace, que siempre será pésimo, sino el hecho de creer en Dios hace que le cuente a uno por justicia (Génesis 15:6).

En el ritual de hacer el pacto, Dios indica que él es el responsable de que el pacto se cumpla. Dios es el responsable de su cumplimiento, no el hombre. ¿Cómo lo indica?

Jehová proveerá
En Génesis 22:1-2 Dios pone a Abraham a prueba y le pide que sacrifique a su hijo de la promesa, Isaac. Isaac nunca se enteró de que él será la víctima del sacrificio. Ellos preparan todo para el sacrificio, leña, cuerda, navaja, pero sin tener un animal para el sacrificio. Aparentemente el sacrificio se haría lejos de donde vivían, porque viajan tres días .

«Isaac habló a su padre Abraham: “Padre mío”. Y él respondió: “Aquí estoy, hijo mío”. “Aquí están el fuego y la leña”, Isaac dijo, “pero ¿dónde está el cordero para el holocausto?”, Y «Pondré enemistad Entre tú y la mujer, Y entre tu simiente y su simiente; él te herirá en la cabeza, Y tú lo herirás en el talón”.»
 Nota el paralelismo de quiénes cargan la madera: Isaac y Cristo. Abraham respondió:
“Dios proveerá para sí el cordero para el holocausto, hijo mío”. Y los dos iban juntos.» Génesis 22:7-8 NBLH

Aquí vemos que Abraham, en su respuesta, esperaba que Dios le diera un sustituto de su hijo.
Él sabía, es decir, tenía fe en que Dios resolvería el problema porque,

«Por la fe Abraham, cuando fue probado, ofreció a Isaac; y el que había recibido las promesas ofrecía a su único hijo. Fue a él a quien se le dijo: “EN ISAAC TE SERA LLAMADA DESCENDENCIA”. Él consideró que Dios era poderoso para levantar aun de entre los muertos, de donde también, en sentido figurado, lo volvió a recibir.» (Hebreos 11:17-19 NBLH). 

«Llegaron al lugar que Dios le había dicho y Abraham edificó allí el altar, arregló la leña, ató a su hijo Isaac y lo puso en el altar sobre la leña. Entonces Abraham extendió su mano y tomó el cuchillo para sacrificar a su hijo. Pero el ángel del SEÑOR lo llamó desde el cielo y dijo:

“¡Abraham, Abraham!” Y él respondió: “Aquí estoy”. Y el ángel dijo: “No extiendas tu mano contra el muchacho, ni le hagas nada. Porque ahora sé que temes a Dios, ya que no Me has rehusado tu hijo, tu único”.» (Génesis 22:9-12 NBLH).

Dios no le permitió a Abraham sacrificar a su hijo Isaac. En lugar de Isaac Dios proveyó un carnero para tomar el lugar de, o ser un sustituto de Isaac.

«Entonces Abraham alzó los ojos y miró, y vio un carnero detrás de él trabado por los cuernos en un matorral. Abraham fue, tomó el carnero y lo ofreció en holocausto en lugar de su hijo. Y Abraham llamó aquel lugar con el nombre de El SEÑOR Proveerá, como se dice hasta hoy: “En el monte del SEÑOR se proveerá”.» (Génesis 22:13-14 NBLH).

¿Qué piensan acerca de las palabras “el SEÑOR proveerá”? ¿Qué significa que el SEÑOR proveerá hoy en nuestra misión?
   
La pascua
Moisés tenía la misión de llevar el pueblo de Israel a adorar a Jehová. Por eso le pidió al faraón permiso para ir a adorar a Dios y faraón se negó. Esto resultó en un larga lucha para obtener la libertad de adorar a Dios.

La décima plaga fue la muerte de los primogénitos de todos los habitantes de Egipto. Para evitar esta plaga era necesario matar un cordero y rociar su sangre sobre los postes de la casa. Quien no lo hiciera perdería a su hijo primogénito. Un cordero tenía que morir para evitar la muerte del primogénito. Esto era para un “tributo” al Señor, quien así mostraba ser soberano, tanto de Egipto como de toda la tierra.

El día de la expiación
La institución del día de la expiación (Yom Kipur) le mostraba a la nación de Israel cómo enfrentar el problema del pecado. Esta festividad se celebraba una vez al año cuando sacrificaban un animal para resolver el problema del pecado. 

Reconocemos que Dios es soberano de toda la tierra, como dice La Escritura:
«Porque Dios grande es el SEÑOR, Y Rey grande sobre todos los dioses, En cuya mano están las profundidades de la tierra; Suyas son también las cumbres de los montes. Suyo es el mar, pues El lo hizo, Y Sus manos formaron la tierra firme. Vengan, adoremos y postrémonos; Doblemos la rodilla ante el SEÑOR nuestro Hacedor. Porque El es nuestro Dios, Y nosotros el pueblo de Su prado y las ovejas de Su mano. Si ustedes oyen hoy Su voz,» (Salmos 95:3-7 NBLH).  

¿Qué quiere decir “soberano en la misión”?  Dios hizo toda la tierra y todas las naciones que habitan la tierra. Dios se preocupa por la salvación de su pueblo en toda la creación.

«Fue oprimido y afligido, Pero no abrió su boca. Como cordero que es llevado al matadero, Y como oveja que ante sus trasquiladores permanece muda, él no abrió su boca. Por opresión y juicio fue quitado; Y en cuanto a su generación, ¿quién tuvo en cuenta que él fuera cortado de la tierra de los vivientes por la transgresión de mi pueblo, a quien correspondía la herida?» (Isaías 53:7-8 NBLH).

El Cordero de Dios
Juan el Bautista presentó a Jesús al pueblo judío como el CORDERO DE DIOS que quita el pecado del mundo (Juan 1:29). Esto significaba que Jesús habría de ser el sustituto final para el cordero que debía ser sacrificado para quitar el pecado del mundo. Con su sacrificio ya no es necesario sacrificar más corderos para cubrir nuestros pecados. Como afirma Hebreos (10.12-14), Jesús murió una vez para siempre. Estas imágenes del Antiguo Testamento definen la identidad a Jesús porque indican la misión que Jesús emprendía.

Es interesante ver el paralelo entre Juan el Bautista y nosotros. ¿Qué hubiera pasado si Juan no hubiera venido antes de Jesús? En Malaquías 4:1-6 dice: «Yo les envío al profeta Elías antes que venga el día del SEÑOR, día grande y terrible. El hará volver el corazón de los padres hacia los hijos, y el corazón de los hijos hacia los padres, no sea que Yo venga y hiera la tierra con maldición (destrucción total)». En otras palabras Juan estaba anunciando que si no se arrepentían de sus pecados, IBAN a ser destruidos por la venida del Señor. Esto es igual que nuestro mensaje también. Si uno no se arrepiente hoy será destruido por la venida del Señor.

Jesús termina su ministerio
Las últimas palabras de Jesús son su comisión dada a sus discípulos en el evangelio de Mateo 28:16-20

«Pero los once discípulos se fueron a Galilea, al monte que Jesús les había señalado. Cuando Lo vieron, Lo adoraron; pero algunos dudaron. Acercándose Jesús, les dijo: “Toda autoridad me ha sido dada en el cielo y en la tierra. Vayan, pues, y hagan discípulos de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, enseñándoles a guardar todo lo que les he mandado; y ¡recuerden (he aquí)! Yo estoy con ustedes todos los días, hasta el fin del mundo”.» Mateo 28:16-20 NBLH


Esta comisión está en los otros evangelios también:
Lucas 24:44-49
«Después Jesús les dijo: “Esto es lo que yo les decía cuando todavía estaba con ustedes: que era necesario que se cumpliera todo lo que sobre mí está escrito en la Ley de Moisés, en los Profetas y en los Salmos”. Entonces les abrió la mente para que comprendieran las Escrituras, y les dijo: “Así está escrito, que el Cristo (el Mesías) padecerá y resucitará de entre los muertos al tercer día; y que en Su nombre se predicará el arrepentimiento para el perdón de los pecados a todas las naciones, comenzando desde Jerusalén. Ustedes son testigos de estas cosas. Por tanto, Yo enviaré sobre ustedes la promesa de Mi Padre; pero ustedes, permanezcan en la ciudad hasta que sean investidos con poder de lo alto”.»
Lucas 24:44-49 NBLH

Juan 20:17
«Jesús les dijo otra vez: “Paz a ustedes; como el Padre me ha enviado, así también yo los envío”.» Juan 20:21 NBLH

La Santa Cena
La misión de Jesús nos conduce a la última cena de Jesús. En la Santa Cena cristiana recordamos y anunciamos la muerte de Jesús como cordero de Dios (1 Corintios 11:23-26). Recordamos que Jesús murió como cordero por nuestros pecados. Recordamos que él pagó como cordero la pena por nuestros pecados. Recordamos que él nos reconcilió con Dios. Como Cristo murió por nosotros, nosotros estamos obligado a vivir para él (2 Corintios 5:14-15). 
«Pues el amor de Cristo nos apremia (nos impulsa), habiendo llegado a esta conclusión: que Uno murió por todos, y por consiguiente, todos murieron. Y por todos murió, para que los que viven, ya no vivan para sí, sino para aquél que murió y resucitó por ellos. De manera que nosotros de ahora en adelante ya no conocemos a nadie según la carne. Aunque hemos conocido a Cristo según la carne, sin embargo, ahora ya no lo conocemos así. De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura (nueva creación) es; las cosas viejas pasaron, ahora han sido hechas nuevas. Y todo esto procede de Dios, quien nos reconcilió con él mismo por medio de Cristo, y nos dio el ministerio de la reconciliación; es decir, que Dios estaba en Cristo reconciliando al mundo con él mismo, no tomando en cuenta a los hombres sus transgresiones, y nos ha encomendado a nosotros la palabra de la reconciliación. Por tanto, somos embajadores de Cristo, como si Dios rogara por medio de nosotros, en nombre de Cristo les rogamos: ¡Reconcíliense con Dios! Al que no conoció pecado, lo hizo pecado por nosotros, para que fuéramos hechos justicia de Dios en él.»
2 Corintios 5:14-21 NBLH

El vivir por Cristo
Filipenses 2:1-5, en el contexto del Nuevo Testamento, indica cuál es nuestro compromiso con Cristo en muchas maneras. Si hemos recibido un beneficio de la muerte de Jesús estamos obligados a tomar la actitud de Jesús en nuestras relaciones con los demás.
«Por tanto, si hay algún estímulo en Cristo, si hay algún consuelo de amor, si hay alguna comunión del Espíritu, si algún afecto y compasión, hagan completo mi gozo, siendo del mismo sentir, conservando el mismo amor, unidos en espíritu, dedicados a un mismo propósito. No hagan nada por egoísmo (rivalidad) o por vanagloria, sino que con actitud humilde cada uno de ustedes considere al otro como más importante que a sí mismo, no buscando cada uno sus propios intereses, sino más bien los intereses de los demás.
Haya, pues, en ustedes esta actitud (esta manera de pensar) que hubo también en Cristo Jesús, el cual, aunque existía en forma de Dios, no consideró el ser igual a Dios como algo a qué aferrarse, sino que Se despojó a sí mismo tomando forma de siervo, haciéndose semejante a los hombres. Y hallándose en forma de hombre, se humilló él mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz. Por lo cual Dios también lo exaltó hasta lo sumo, y le confirió el nombre que es sobre todo nombre, para que al nombre de Jesús SE DOBLE TODA RODILLA de los que están en el cielo, y en la tierra, y debajo de la tierra, y toda lengua confiese que Jesucristo es Señor, para gloria de Dios Padre.» (Filipenses 2:1-11 NBLH).

Un problema con la “misión” es que olvidamos de quién es la misión. ¿Vamos a la misión para salir del país, para vivir una aventura? ¿Cubrimos nuestros egoísmos con una cubrimiento de religiosidad?  
Jesús comisionó a sus discípulos en los cuatro evangelios: Mateo 28:16-20; Marcos 16:8-16; Lucas 24:44-50; Juan 20:17. Es decir que la misión de Jesús continuará con nosotros como colaboradores de Dios. Todas nuestras relaciones están controladas por la misión de Jesús. Esta misión involucra toda nuestra vida.

¿Qué es la misión de Jesús? ¿Cómo quiere Jesús que hagamos la misión? Si no hacemos la “misión” según las instrucciones bíblicas, causamos problemas, particularmente para la misión de Jesús. 

¿Quién es digno?
«Vi también a un ángel poderoso que anunciaba a gran voz: “¿Quién es digno de abrir el libro y de desatar sus sellos?” Y nadie, ni en el cielo ni en la tierra ni debajo de la tierra, podía abrir el libro ni mirar su contenido.» (Apocalipsis 5:2-3 NBLH).

Entre los humanos no había ni hay nadie digno de abrir el libro del destino de los humanos en la tierra. Juan estaba muy deprimido al escuchar estas noticias y lloraba mucho. Pero la historia no terminó así:

«Entonces uno de los ancianos me dijo: “No llores; mira, el León de la tribu de Judá, la Raíz de David, ha vencido para abrir el libro y sus siete sellos”. Miré, y vi entre el trono (con los cuatro seres vivientes) y los ancianos, a un Cordero, de pie, como inmolado, que tenía siete cuernos y siete ojos, que son los siete Espíritus de Dios enviados por toda la tierra. Él vino y tomó el libro de la mano derecha de aquél que estaba sentado en el trono. Cuando tomó el libro, los cuatro seres vivientes y los veinticuatro ancianos se postraron delante del Cordero. Cada uno tenía un arpa y copas de oro llenas de incienso, que son las oraciones de los santos. Y cantaban un cántico nuevo, diciendo: “Digno eres de tomar el libro y de abrir sus sellos, porque Tú fuiste inmolado, y con Tu sangre compraste (redimiste) para Dios a gente de toda tribu, lengua, pueblo y nación. Y los has hecho un reino y sacerdotes para nuestro Dios; y reinarán sobre la tierra”.»

Aquí el Cordero de Dios es soberano de todos los eventos de la tierra: la conquista, la muerte, la salud, la guerra y el juicio.

La alabanza en el cielo es dirigida al Cordero:

Y miré, y oí la voz de muchos ángeles alrededor del trono y de los seres vivientes y de los ancianos. El número de ellos era miríadas de miríadas, y millares de millares, que decían a gran voz: “El Cordero que fue inmolado es digno de recibir el poder, las riquezas, la sabiduría, la fortaleza, el honor, la gloria y la alabanza”. Y oí decir a toda cosa creada que está en el cielo, sobre la tierra, debajo de la tierra y en el mar, y a todas las cosas que en ellos hay: “Al que está sentado en el trono, y al Cordero, sea la alabanza, la honra, la gloria y el dominio por los siglos de los siglos”. Los cuatro seres vivientes decían: “Amén”, y los ancianos se postraron y adoraron.» (Apocalipsis 5:5-14 NBLH).

¿Cuáles son las consecuencias de rechazar al soberano?

«Porque ha llegado el gran día de la ira de ellos, ¿y quién podrá sostenerse (mantenerse en pie)?» (Apocalipsis 6:17 NBLH).


Bibliografía:
Vaughn Roberts, Gran Panorama Divina, Torrentes de Vida.
Christopher Wright, Misión de Dios, Certeza.
Graeme Goldsworthy, Estrategia Divina, CLIE,
Graeme Goldsworthy, Evangelio y Reino, Torrentes de Vida
Graeme Goldsworthy,

lunes, 21 de diciembre de 2015

LA VENIDA DEL SEÑOR JESÚS

ADVIENTO. LA VENIDA DEL SEÑOR JESÚS
Por Eugenio Torres Rivera
Iglesia: Principe de Paz
San Nicolas de los Garza, Nuevo León

La Genealogía de Jesús
El evangelio de San Mateo empieza con la genealogía, por cierto, con personajes cuya historia es bien clara. 

Pero cuando uno lee la genealogía, bien puede preguntarse ¿y qué tiene que ver la genealogía con nosotros? ¿Qué puedo aprender de un libro genealógico de un judío nacido y muerto hace alrededor de 2000 años?

La Biblia es bien clara al respecto. Dios, como creador del ser humano, no hace caso omiso del carácter ni de la personalidad ni de los rasgos éticos de nadie, sean importantes o personas comunes y corrientes. 

Veamos algunos ejemplos. David. Segundo rey de Israel, amó a Dios, le sirvió, pero fue adúltero y asesino, además de haber sido un padre muy permisivo. 

Abraham mintió acerca de quién era su esposa con el fin de procurar su seguridad física. Falto de carácter, aceptó como madre de su primer hijo, Ismael, por hacerle caso a su manipuladora y chismosa esposa, Sara. 
Isaac, un esposo obediente de Rebeca. 
Jacob, mentiroso y tramposo, ladrón de bendiciones. 
Judá, falto de honor, embarazó a su nuera por argucias de ella a fin de tener un hijo del clan de Judá. 
Rahab, prostituta de la ciudad de Jericó. Junto con Tamar, nuera de Judá, es de otra etnia. Rut, moabita, etnia indeseada y rechazada por las leyes del pueblo judío, debido a que son descendientes de una relación incestuosa, entre Lot y sus hijas. 
Salomón, hijo de David, de una mujer adúltera y un padre asesino. Él también era idolatró y adultero. 

Conclusiones de la genealogía de Jesús
Tenemos, así, antecesores malvados, adúlteros, asesinos, ladrones, transas, incestuosos, y practicantes de prostitución. 
¿Qué nos dice la genealogía? 
1. Que Dios no hace distinción de personas. 
2. Dios tiene propósitos globales y en ellos involucra a toda etnia. 
3. Dios acepta a quienes deciden unirse a su pueblo, pasando por alto sus historias, por más tórridas y sórdidas historias o negros pasados. 
4. Dios limpia, en Cristo, el pasado e inicia con él una nueva relación con miras a seguir sus planes a futuro para implantar el reino de los cielos en este planeta tierra. 

I. NACIMIENTO DE CRISTO
Damos paso al pasaje de Mateo 1:18-25
18El nacimiento de Jesucristo fue así: Estando desposada María su madre con José, antes que se juntasen, se halló que había concebido del Espíritu Santo.

Precisemos que Mateo destaca la importancia del nacimiento de Cristo, no de su origen. 

Ponga atención. Al leer la genealogía del Señor Jesús se habla de que alguien engendró a alguien, pero al llegar al Señor Jesús, nadie lo engendra, es decir, él no es engendrado por persona alguna. 

Al engendrar Abraham a Isaac tenemos la naturaleza pecaminosa en acción y transmisión de la naturaleza caída en pecado.

Nótese, no estoy hablando de un pecado original transmitido al tener relaciones íntimas. Estoy destacando la naturaleza caída del ser humano y cómo al tener hijos los damos a luz en un mundo caído, pero al tenerlos no les transmitimos pecado y sus consecuencias. 

La Escritura afirma que no se transmiten pecados y culpas, sino que el pecado es personal. Dice a la letra: «El alma (la persona) que pecare, ésa morirá». El pecado es personal y sus consecuencias también. 

Claro, el pecado trasciende, porque un adicto puede afectar a su descendencia, así como un ladrón o asesino o adúltero, daña a otros. 

El meollo es que al engendrar se imparte un ADN, una herencia biológica, junto con una tendencia a salud o enfermedad. 

Pero en la narración del nacimiento del Señor Jesús se rompe eso de «José engendró a Jesús».

Tenía que ser así, a fin de que el 2o Adán. En el relato del nacimiento de Cristo tenemos «engendró... Engendró... Engendró, pero al llegar a él, se quiebra el término y entonces dice: «el nacimiento de Cristo fue así….»

Su nacimiento tiene un origen espiritual y divino. En su persona tenemos la creación original, sin pecado, Santa, pura y limpia. 

Tenemos aquí cómo era Adán en un inicio, desde su humanidad, pero no es igual, porque él no era ni eterno, ni Dios. 

Cristo es humano, pero es divino. Tenemos que hacer hincapié en que ni el Nuevo Testamento, ni el evangelio dicen que el Padre tuvo una relación sexual con la virgen María. Aclaración para los que profesan otra fe.

Aclaramos también la naturaleza de Cristo: es Dios. Es hombre.

Arrianismo, docetas, monofisistas... Y otras herejías son rebatidas por todo el Nuevo Testamento y La Biblia entera.  

Si significado para nosotros. Dios viene al hombre para redimirlo desde su caída.

Dios viene al hombre hasta su pobreza y miseria para, con la miseria que él asume como propia, enriquecer al hombre con sus bendiciones y sacarlo de su postración al concederle su misericordia. 

Dios expresa su amor al hacerse hombre en Cristo. Participa la totalidad de la divinidad de Dios al llegar a nosotros. Su Santo Espíritu, el Padre y el Hijo. 

Asimismo la totalidad de su amor se expresan en plenitud humana, para la plenitud de la humanidad, tanto para el individuo, como para la familia. 

II. CONFLICTO ÉTICO, Y SALVACIÓN
19José su marido, como era justo, y no quería infamarla, quiso dejarla secretamente. 20Y pensando él en esto, he aquí un ángel del Señor le apareció en sueños y le dijo: José, hijo de David, no temas recibir a María tu mujer, porque lo que en ella es engendrado, del Espíritu Santo es. 21Y dará a luz un hijo, y llamarás su nombre JESÚS, porque él salvará a su pueblo de sus pecados.

Conflicto ético resuelto desde los propósitos divinos. María no se merece castigo, ni la desacreditación ni mucho menos la mala fama o la condena social o religiosa. 

No temas, le dijo a José el ángel, pero este «no temas es diferente a los recibidos por María, Abraham y otros. Aquí es una invitación a aceptar la intervención de Dios en la concepción de Jesús, el niño que está por nacer.  

El conflicto ético se resuelve mediante la fe y la recepción del mensaje del ángel como verdad de Dios. 

Su nombre, Jesús, es un nombre global, mundial, internacional, multi-étnico. 

Su nombre, cuyo significado es «Salvador» implica su naturaleza como persona y sus alcances globales redentores. 

«Salvador» se llama. Entonces significa que él es quien labora, lleva a cabo la redención del hombre. 

Visto así, es tanto sacerdote, como ofrenda aceptables por Dios. Así, toda la salvación, vista desde todos los ángulos, es obra de Dios, en su totalidad y el hombre no es sino alguien bendecido por gracia, misericordia y soberanía de Dios, sin que dependa, el hombre, de sus propias capacidades para lograr los beneficios de Dios en su favor. 

Todo, en Cristo, es iniciativa de Dios, amorosa, compasiva, tierna y misericordiosa, para el hombre. 

«...porque él salvará a su pueblo de sus pecados...» Pregunto: ¿quién es este pueblo? Pregunto otra vez: ¿quién es este pueblo? ¿Se refiere a la etnia que vivía en la Palestina de ese tiempo? ¿«Este pueblo se refiere a los judíos contemporáneos del Señor Jesús o abarca al pueblo de Dios mencionado por la Epístola de Pedro, la iglesia de Dios en todo el mundo? 

Pregunto desde otro ángulo. ¿Es la iglesia de hoy, en todo el mundo, «pueblo de Dios? ¿Son pueblo de Dios, los redimidos, los salvados por este salvador? ¿Este salvador tiene un pueblo de Dios, la iglesia y este pueblo de Dios está esparcido por todo el mundo? 

¡Claro que sí! 1 Pedro 2:9Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable; 10 vosotros que en otro tiempo no erais pueblo, pero que ahora sois pueblo de Dios; que en otro tiempo no habíais alcanzado misericordia, pero ahora habéis alcanzado misericordia. 

Hoy somos salvos por Cristo, por el Señor Jesús, y somos de su pueblo, a quien vino a salvar.

¿De qué, de nuestros pecados. 
NUESTROS PECADOS: Asesinos, adúlteros, chismosos, envidiosos, ladrones, mentirosos, traidores, tragones... Bueno ese es un pecado no venial ni capital de ningún estado o país. Infieles, idólatras, inmorales, desleales, incoherentes e incongruentes, hipócritas... ¡Somos salvos por Jesús, el Cristo, El Salvador de su pueblo! 

III. CUMPLIMIENTO PROFÉTICO
22Todo esto aconteció para que se cumpliese lo dicho por el Señor por medio del profeta, cuando dijo: 23He aquí, una virgen concebirá y dará a luz un hijo, Y llamarás su nombre Emanuel, que traducido es: Dios con nosotros. 

1. CRISTO EL CENTRO DE TODAS LAS PROFECÍAS DEL ANTIGUO TESTAMENTO
Historia de vida, circunstancias, entretejido humano, presencia de Cristo, Dios con nosotros....  

2. CRISTO, DIOS CON NOSOTROS.
 Desgracia, enfermedad, caídas, desvelos, insomnios, desfalcos, pérdidas, dolor, sufrimiento, tristeza, depresión, muerte, abandono, desiertos, nostalgias, profundidades, deseo de muerte, intentos de suicidio, infidelidades, traiciones, divorcios, pérdidas de amados, orfandad, viudez, quebrantos financieros...

IV. OBEDIENCIA: el sexo puede esperar

24Y despertando José del sueño, hizo como el ángel del Señor le había mandado, y recibió a su mujer. 25Pero no la conoció hasta que dio a luz a su hijo primogénito; y le puso por nombre JESÚS.

lunes, 14 de diciembre de 2015

El Magníficat: Lucas 1:26-55

ADVIENTO 3, EL MAGNÍFICAT. 
 Lucas 1:26-55
por Pastor Eugenio Torres Rivera
PRIMERO VEREMOS LOS ANTECEDENTES

Anuncio del nacimiento de Jesús
Lucas 1:26: "Al sexto mes el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, 27 a una virgen desposada con un varón que se llamaba José, de la casa de David; y el nombre de la virgen era María. 28 Y entrando el ángel en donde ella estaba, dijo: ¡Salve, muy favorecida! El Señor es contigo; bendita tú entre las mujeres. 29 Mas ella, cuando le vio, se turbó por sus palabras, y pensaba qué salutación sería esta. 30 Entonces el ángel le dijo: María, no temas, porque has hallado gracia delante de Dios. 31 Y ahora, concebirás en tu vientre, y darás a luz un hijo, y llamarás su nombre JESÚS. 32 Este será grande, y será llamado Hijo del Altísimo; y el Señor Dios le dará el trono de David su padre; 33 y reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin. 34 Entonces María dijo al ángel: ¿Cómo será esto? pues no conozco varón. 35 Respondiendo el ángel, le dijo: El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por lo cual también el Santo Ser que nacerá, será llamado Hijo de Dios. 36 Y he aquí tu parienta Elisabet, ella también ha concebido hijo en su vejez; y este es el sexto mes para ella, la que llamaban estéril; 37 porque nada hay imposible para Dios. 38 Entonces María dijo: He aquí la sierva del Señor; hágase conmigo conforme a tu palabra. Y el ángel se fue de su presencia.
I. INTRODUCCIÓN

1. LUGAR: Nazaret.
2. PERSONAJES: ángel Gabriel y jovencita llamada María, quizá de unos 16 años de edad.
3. Ella es muy favorecida y ella reflexiona qué significa ese saludo. Quizá tuvo en mente: «por qué soy muy favorecida? ¿En qué soy muy favorecida? ¿Cómo se aplica eso a mi vida o en qué se ve?...
4. ACLARACIÓN de Gabriel: «has hallado gracia delante de Dios»-
5. ACLARACIÓN MÍA: Dios la ha mirado con agrado, con bondad, le ha concedido su gracia y lo ha hecho de manera soberana. María «no halló», como si hubiera estado buscando la gracia o el favor del Señor.
6. ACLARACIÓN de Gabriel. «El favor con el cual Dios te ha mirado es un embarazo». Un embarazo es el favor de Dios para ti. 5. El niño tendrá por nombre Jesús, será grande, llamado Hijo del Altísimo, y recibirá el trono de David.
7. Pregunta sana de parte de María. ¿Cómo será eso si no practico sexo? Respuesta angelical: El Espíritu Santo te embarazará. (Dará vida, como en Génesis. Su poder está en la creación y en la nueva creación, 2 Cor 5.17. NO HAY IMPOSIBLES PARA DIOS: Sara, Elizabet, Raquel, Ana... Tú.  
María visita a Elisabet
39 En aquellos días, levantándose María, fue de prisa a la montaña, a una ciudad de Judá; 40 y entró en casa de Zacarías, y saludó a Elisabet. 41 Y aconteció que cuando oyó Elisabet la salutación de María, la criatura saltó en su vientre; y Elisabet fue llena del Espíritu Santo, 42 y exclamó a gran voz, y dijo: Bendita tú entre las mujeres, y bendito el fruto de tu vientre. 43 ¿Por qué se me concede esto a mí, que la madre de mi Señor venga a mí? 44 Porque tan pronto como llegó la voz de tu salutación a mis oídos, la criatura saltó de alegría en mi vientre. 45 Y bienaventurada la que creyó, porque se cumplirá lo que le fue dicho de parte del Señor.

EL MAGNIFICAT

II. CUMPLIR LA VOLUNTAD DE DIOS EXPRESIÓN DE PROFETAS: ORGULLO EN LO DIVINO Y AUTOCONCEPCIÓN HUMANA: HUMILDAD
Lucas 1:46 Entonces María dijo: Engrandece mi alma al Señor; 47 Y mi espíritu se regocija en Dios mi Salvador. 48 Porque ha mirado la bajeza de su sierva; 
Dios expresó su voluntad de ser adorado, como bendición al hombre. Le indicó con toda claridad, para que no se extraviara, cuál habría de ser su motivo de orgullo, de gozo y dicha: él mismo. Pero también le aclaró en qué no debía cimentar su orgullo ni el valor de sí mismo.

Miqueas 6:8 «Oh hombre, él te ha declarado lo que es bueno, y qué pide el Señor de ti: solamente hacer justicia, y amar misericordia, y humillarte ante tu Dios».
La historia de la humanidad puede ser vista en dos vertientes: Abraham y el pueblo de Dios y los demás pueblos.

Cuando digo “Abraham y el pueblo de Dios”, no me refiero a la etnia judía, sino a las generaciones de siglos como dice Pablo y todo el Nuevo Testamento.

En estas dos vertientes tenemos revelación y adoración en la primera y en la segunda vertiente tenemos filosofías y religión.

María dice qué es bueno para ella, y en cuáles son las bases de su dicha y gozo: adora al Señor y su espíritu (ella misma) se regocija en el Señor. Él, Dios, es su motivo de felicidad.

Desde la antigüedad el hombre, por su parte, está en la búsqueda de los fundamentos de su alegría, busca las bases o la esencia del placer y la felicidad.

Los ha buscado en la filosofía y por eso ha necesitado acuñar términos, generar estructuras de valores, diseñar modelos de vida, establecer bases para la ética, perfilar relaciones de familia y sociedad... y en ese diseño ha establecido qué es bueno, qué es lo mejor, qué le conviene, qué le da placer, y hacia dónde dirigirse para vivir feliz.

¿RESULTADO? Desdicha, vida vacía de sentido, vidas movidas y motivadas por la carnalidad, que han desembocado en todo tipo de perversiones, menos en gozo.

María sabe en qué consiste vivir plena: Vivir para agradar al Señor y con ello cumple la voluntad de Dios, como dijo Jeremías 9:23-24: El Señor dice: «Que no se enorgullezca el sabio de ser sabio, ni el poderoso de su poder, ni el rico de su riqueza. Si alguien se quiere enorgullecer, que se enorgullezca de conocerme, de saber que yo soy el Señor, que actúo en la tierra con amor, justicia y rectitud, pues eso es lo que a mí me agrada. Yo, el Señor, lo afirmo.»

Seamos como María: SIERVOS
Ojo, no perdamos de vista qué significa ser siervos. El siervo sirve, pero no figura, no destaca, no busca iluminar ningún ambiente, no busca ni persigue ninguna gloria, no lucha por ser reconocido, no pelea porque los demás vean cómo trabaja ni presume de sus logros, ni siquiera de tener algo en sí mismo, ser bueno para algo.

El siervo no presume de activismo ni de logros. No ensalza de sí mismo virtudes, ni presume habilidades.

Su motivación es ser ofrenda, ser holocausto en el altar de Dios, ser recipiente de lo que el Señor desee darle y ser canal de bendición para otros en la medida deseada por Dios y ser ofrenda que se deleita en agradar al Señor y sólo a él.

Nótese bien. No es activismo, no es roce social, no es socialito, ni es edificar ninguna reputación en el mundo. Es vivir para agradar a Dios. Tu motivación de servicio, la mía, la de cualquiera, puede ser cuestionada y de hecho será visible.

Quizá sirvas por amistad, quizá apoyes a alguien, pero no estás sirviendo a Dios. La Biblia está lleno de estos siervos.

Lo importante es cómo lo destaca María. Hágase conmigo conforme a tu palabra. Para la gloria de Dios.

III. RECONOCIMIENTO DE BENDICIÓN: EL GOZO EN CRISTO: GRACIA Y SOBERANÍA DIVINAS

Pues he aquí, desde ahora me dirán bienaventurada todas las generaciones. Esta jovencita es dichosa por siempre. La bendición de Abraham, de ser bendición para etnias, el mundo y por generaciones, alcanza a María, y pasa de ella al mundo.

Dios extendió en ella su gracia y la desenvolvió para alcanzar a más etnias y las generaciones hasta el fin del mundo.

Destacan en el obrar de Dios dos temas: Gracia y soberanía.

1. Por gracia somos bienaventurados en Cristo. Dice el apóstol Pablo: Él ha sido hecho para nosotros, de parte de Dios: Pero Dios mismo los ha unido a ustedes con Cristo Jesús, y ha hecho también que Cristo sea nuestra sabiduría, nuestra justicia, nuestra santificación y nuestra liberación. 31 De esta manera, como dice la Escritura:
«Si alguno quiere enorgullecerse, que se enorgullezca del Señor.» 1 Corintios 1:30-31.
Dios mismo nos ve «bienaventurados en Cristo», como pacificadores, como hambrientos y sedientos de justicia, como misericordiosos y pobres en espíritu, como María, «la sierva del Señor».

Todo se nos concede «de gracia», un favor concedido por Dios, una relación con él, sólo por méritos del mismo Señor Jesús.

Reflexione sobre la gracia de Dios en su familia, además de su persona, su vida misma, padres, hermanos e hijos y no acaba.

2. Por la soberanía de Dios somos bendecidos en esas generaciones. Dios quiso, nadie se lo impidió, igual que nadie se lo pidió. Y como él hace lo que quiere y quiere bendecir, pues venga, dejémonos bendecir, santificar y tener su gozo y paz. Porque él quiere. No depende de ninguna virtud, ni de guapura ni de fortaleza, sino de su voluntad y nada más que de ella.

IV. PODER Y MISERICORDIA PARA SUS ADORADORES

Lucas 1:49 Porque me ha hecho grandes cosas el Poderoso; Santo es su nombre, 50 Y su misericordia es de generación en generación A los que le temen.
En Cristo, y por medio de él, Dios busca adoradores. Estos son definidos en La Escritura como quienes «le temen» o «sirven con temor».

Dios bendijo a la jovencita con grandes cosas. Dios es poderoso y su nombre es Santo: es «El Señor», es «Yavé» o «Jehová», el Dios eterno.

Su nombre, su poder y su misericordia persiguen a sus elegidos en Cristo. Él mismo se describe como quien hace misericordia hasta por mil generaciones sobre los que me temen.
Literalmente dice Éxodo 20:6
«...trato con amor por mil generaciones a los que me aman y cumplen mis mandamientos».
¿Qué tiene preparado Dios para quienes lo aman y guardan sus mandamientos? Un trato de amor. Pero con ese trato irán las manifestaciones de su poder y la de su santidad para glorificar su nombre.

V. SANTO Y PODER. ATRIBUTOS DIVINOS EN LA REALIDAD HUMANA: Gobierno de Dios en la historia. Quita y pone reyes. DIOS REVOLUCIONARIO: NI CAPITALISTA NI COMUNISTA  
Lucas 1:51 Hizo proezas con su brazo; Esparció a los soberbios en el pensamiento de sus corazones. 52 Quitó de los tronos a los poderosos, Y exaltó a los humildes. 53 A los hambrientos colmó de bienes, Y a los ricos envió vacíos..
Podemos ver la liberación operada por Dios cuando sacó a los israelitas de Egipto. Hizo proezas con su brazo. O cuando Sansón o los jueces o las liberaciones poderosas cuando fueron acosados por grandes reinos.

Incluso lo podemos ver en los exilios y cómo Dios quitó y puso reyes para llevar a cabo su propósito redentor.

Todo hilo de la historia, todas las elecciones de gobernantes del mundo están bajo su supervisión y señorío. Él sigue en poder y gobierno de la historia de la humanidad y exaltará su nombre, manifestará que su plan se llevará a cabo sin que nada ni nadie pueda estorbar o impedir que se cumpla.

Dios es un estratega sin igual. Desbarata los pensamientos de los militares. Abate a hombres y naciones poderosas. Confunde a los sabios, les echa a perder sus planes. Se ríe de ellos. Su nombre es Santo, poderoso, compasivo, misericordioso y está por encima de todo poder, para abatirlo, someterlo y mostrar la grandeza de su amor. Los humildes aparecen otra vez aquí. Como la sierva. Son exaltados por Dios, junto con los pobre: Salmos 113:7-9:
El levanta del polvo al pobre, Y al menesteroso alza del muladar, 8 Para hacerlos sentar con los príncipes, Con los príncipes de su pueblo. 9 El hace habitar en familia a la estéril, Que se goza en ser madre de hijos. Aleluya».
Los luchadores sociales podrían gozarse en ver cómo la gente de baja condición socioeconómica, los desprotegidos socialmente son puestos en alto por encima de los poderosos.

Cuando dice «a los ricos envió vacíos», no hace referencia a nada que se llame «lucha de clases», sino eventos como el éxodo, cuando el Señor sacó de Egipto a los israelitas con riqueza a manos llenas.

Hablamos de un Señor Dios que hace justicia. Desde detalles pequeños, como callar a los chismosos y a quienes esparcen rumores, tanto de personas como a niveles sociales mayores para manipular opiniones y lectura del mundo.

Dios quiebra a poderosos. Las grandes empresas, las multimillonarias saben de esto, así como los imperios mundiales.

No obstante, no perdamos la acción de Dios: colma de bienes a los hambrientos. Él cambia la suerte o circunstancia de la gente que lo ama.

Retengamos el enfoque: En Cristo, de acuerdo con Pablo, el Señor Jesús dejó la grandeza de ser divino al hacerse hombre como uno de nosotros y al mismo tiempo se hizo pobre para, con su pobreza, enriquecernos a nosotros.

El mismo apóstol enseña que tenemos almacenadas riquezas en Cristo. El mismo Señor Jesús dejó el mandamiento de «hacer tesoros en el cielo».

Si somos atentos, quienes con prioridad buscan el dinero y la imagen que se da con él, así como los gustos y placeres del mundo, uno no es más que un pobre miserable que cambió los bienes eternos por los perecederos.

Justo eso es el evangelio de la prosperidad y sus compadres, al predicar bienestar para el hombre, y declarar riqueza y abundancia para el creyente, que no es creyente en Dios, sino un creyente diabólico, creyente y adorador de un demonio llamado mammón.

La proeza de Dios no consiste en librarnos de la pobreza física ni socioeconómica, sino en librarnos de la pobreza espiritual, cambiarnos la manera de pensar, darnos una cosmovisión de reino y hacernos productivos para apoyar con pan, ropa, comida y casa a quien no la tiene, incluyendo apoyos a los migrantes y misioneros para la extensión de su reino.
TERMINAMOS CON EL ÚLTIMO PUNTO

VII. DIOS GUARDA SU PACTO EN CRISTO PARA LA IGLESIA, DESCENDENCIA DE ABRAHAM.

Lucas 1:54 Socorrió a Israel su siervo, Acordándose de la misericordia 55 De la cual habló a nuestros padres, Para con Abraham y su descendencia para siempre.
Vea cómo Dios es tierno. Para ello hagámonos unas preguntas:
1. ¿Padece alzheimer el Señor? 2. ¿Tiene mala memoria? 3. ¿Es olvidadizo? ¡Por supuesto que no!
Pero tengamos en mente quién habla de lo que Dios se acuerda. Es una jovencita de 16 años. Tiene conocimiento teológico viviente, de vida, de experiencia histórica, de sus antepasados...
No sólo tiene pensamiento teológico. También es poetisa. Reflexiva. Amante del Señor. Medita en su Palabra.

Sobre todo es una chica que tiene intimidad con el Señor... ¡por eso sabe qué decir de él! ¡Sabe cómo describir a su Dios!

Cuando dice que se acordó de su misericordia, está describiendo a un Dios cercano a su familia, a sus hijos, a la descendencia de Abraham.

Pero tiene a su pueblo, descendencia de Abraham por la fe, su iglesia, en mente, por eso la expresión «se acordó de su misericordia», nos habla de un Señor Dios profundamente, de una manera desconocida para el ser humano, sensible, amoroso, compasivo... por mil generaciones como él lo dijo de sí mismo.

Y es tu papá Dios, te tiene en mente, y guardará su pacto unilateral, hecho por medio de Cristo, para bendecirte. Amén.

miércoles, 9 de diciembre de 2015

Salvación Realizada

Salvación Realizada

Lucas habla más de la "salvación" (6 veces y salvar 19 veces) en su evangelio y en el libro de Hechos que los otros evangelios. Aquí en el inicio de este evangelio de Lucas comienza la presentación de la "salvacion" como uno de los temas de Lucas-Hechos. ¿Cómo entendió Lucas el concepto de salvación?

Para que vino Jesús
¿Cuál fue el propósito de la venida de Jesús? El propósito ya habia sido declarado desde el Antiguo Testamento. También lo anuncia Zacarías, el padre de Juan el Bautista cuando se le dio el nombre “Juan” a su hijo.

Lucas 1: 67-79 la “Profecía de Zacarías” o el “Benedictus”

La cultura es tambien el pasado de una generación a la otra a traves de contar historias. La identidad de un mexicano esta formada por las historias de Moctezuma, Cuauhtemoc, la conquista espiritual, Hidalgo, Allende, Morelos, Juarez, Díaz, Madero, Carranza, Calles, Cardenas, entre otros “héroes” nacionales. Nuestras escuelas cuentan estas historias para formar los “valores nacionales” en nosotros.

Igual en la Biblia nos cuenta la “historia de la salvación” para formar una cultura cristiana en nosotros. Si no sabemos nuestra historia de la salvación, muy difícil será formar o adquirir los valores y motivaciones para seguir el ejemplo de Jesús. Si vamos a relatar el evangelio a otras personas, necesitamos poder relatar esta historia.

Hemos descubierto que el conocer la historia desde Génesis hasta el Nuevo Testamento facilita la aceptación del evangelio. El orden cronológico es importante para la comprensión del mensaje cristiano.

Cada historia, cada detalle, cada sermón (es decir, profecía) de la Biblia habla de Jesús y contribuye a nuestra comprensión del evangelio. Podemos preguntarnos ¿Qué contribuye esta historia al evangelio? y ¿Cómo cambiaría el evangelio si esta historia no estuviera en la Biblia?

Nuestra texto o historia del nacimiento de Juan el Bautista es el puente entre el Antiguo Testamento o la ley y los profetas, y Jesús y Su evangelio. También es parte de la introducción en Lucas-Hechos y marca los temas principales. Es clave en nuestra interpretación de toda la Escritura.

Esta historia es el nacimiento de Juan el Bautista.

Vamos a leer el anuncio del ángel a Zacarías sobre el nacimiento de este niño (Lucas 1:13-17).  Después de nueve meses cuando nace Juan,  Zacarías, su padre explica el significado del nacimiento de Juan (Lucas 1.57-79).


Zacarías, descendente de Aaron, era un sacerdote que servía en el templo. Estaba casado con Elisabet, mujer estéril de gran edad. Ser una mujer estéril era una afrenta. Las mujeres deseaban tener hijos. Representaba un problema para la familia  no tener un heredero.

Elisabet era pariente de María, la madre de Jesús, probablemente su prima.

A este Zacarías le tocaba su grupo de sacerdotes oficiar en el templo (Lucas 1:8-9) y fue escogido por sorteo para entrar al templo del Señor y quemar incienso. Había 24 grupos de sacerdotes y como 50 que servia cada día.   Entonces un sacerdote se consideraba afortunado si le tocaba este honor una vez en la vida, porque era apenas uno entre los 20,000 sacerdotes de las 24 divisiones.

Uno también debe estar consciente de que el arca del pacto no estaba en el lugar Santísimo desde hace muchos años. Los enemigos lo habían sacado de su lugar mucho antes. Entonces el acto de ofrecer incienso en el Lugar Santo era el privilegio mas alto de la vida de un sacerdote.

Cuando estaba oficiando se le apareció el ángel Gabriel. Esto es lo que el ángel le dijo:
“No temas, Zacarías, porque tu petición ha sido oída, y tu mujer Elisabet te dará a luz un hijo, y lo llamarás Juan. 14 Tendrás gozo y alegría y muchos se regocijarán por su nacimiento, 15 porque él será grande delante del Señor. No beberá vino ni licor (Números 6:2-3), y será lleno del Espíritu Santo aun desde el vientre de su madre (Lucas 1:41), 16 y hará volver a muchos de los Israelitas al Señor su Dios. 17 El irá delante del Señor en el espíritu y poder de Elías (1 Reyes 17:1-19:21; 2 Reyes 1:1-25) para hacer volver los corazones de los padres a los hijos, y a los desobedientes a la actitud de los justos (Malaquías 4:1-6), a fin de preparar para el Señor un pueblo bien dispuesto” (Lucas 1:13-17).

¿Qué quiere decir estas palabras? ¿Por qué eran tan importantes?

Uno puede observar cierto paralelo entre Abraham, cuyo mujer también era estéril, a quien Dios también habló. Las dos comunicaciones empiezan con la misma frase “No temas” (Génesis 15:1).


Abraham y Zacarías expresan sus dudas al escuchar las palabras de Dios. A igual que Abraham en Génesis 15 Zacarías pregunta,
“¿Cómo podré saber esto? Porque yo soy anciano y mi mujer es de edad avanzada.” (Lucas 1:18 ver Génesis 15:2, “Mi Señor y Dios, ¡qué puedes darme, si no tengo hijos, y el mayordomo de mi casa es ese damasceno Eliezer?” y Génesis 15:8 “Señor, mi Señor, ¿y cómo sabré que la he de heredar?”).

Dios no deja estas “dudas” sin respuesta. A Abraham le hace un pacto en respuesta a su duda y a Zacarías le quita la habilidad de hablar hasta el nacimiento de Juan. Así Zacarìas tendrá nueve meses para estudiar el significado de mensaje del ángel Gabriel.

El hecho de que las narrativas de Génesis 15 y Lucas 1 sean paralelas, significa que Zacarías identifica a su situación con la de Abraham. No esta tomando en cuenta la promesa de Génesis 12, sino la ratificación o juramento santo de Dios del pacto de Génesis 15:12-21. Esto pasa a ser importante en la interpretación de la profecía de Zacarías. Zacarías esta consciente de esto también.

La historia de Zacarías sale en la narrativa de Lucas por unos detalles del anuncio del nacimiento de Jesús. Y regresa con Zacarías en Lucas 1:57 nueve meses después.

Primero encontramos a Zacarías en el nacimiento de su hijo. El primer problema es ¿cuál será su nombre? Algunos querían ponerle "Zacarías" como el de su padre (Lucas 1:59). Pero Zacarías agarra una tablilla  y escribe “JUAN es su nombre” (Lucas 1:63).

Al instante Dios abre su boca.  Zacarías comienza a hablar y bendecir a Dios. La primera palabra que salen de la boca de Zacarías es "Bendito" o en Latín, "Benedictus". Esta palabra en Latin da el nombre a esta profecía.

Todos los vecinos se preguntaban “¿Qué va a ser de este niño?” Y la mano del Señor estaba con él” (Lucas 1:66).

Este niño tenía que venir antes de Jesús porque iba a preparar el camino a el Señor (Isaías 40:2-8). Esto no era todo. Tenía que tener al pueblo listo para que el Señor no los maldijera al llegar (Malaquías 4:6). Era muy importante el rol de Juan el Bautista para la venida del Señor.

Esto nos lleva a la profecía de Zacarías donde él explica el significado de lo que Dios esta haciendo con los nacimientos de Juan y Jesús.

Su padre Zacarías fue lleno del Espíritu Santo, y profetizó diciendo:
“Bendito sea el Señor, Dios de Israel, (Salmo 41:13; 72:18; 106:48)
Porque nos ha visitado y ha traído redención para Su pueblo (Éxodo 4:31; Salmo 111:9),
Y nos ha levantado un cuerno de salvación (Salmo 18:2; 132:17)
En la casa de David Su siervo,
Tal como lo anunció por boca de Sus santos profetas desde los tiempos antiguos (Esdras 1:1; Jeremías 1:9; Zacarías 8:9),
Salvación de nuestros enemigos (Salmo 106:10)
Y de la mano de todos los que nos aborrecen;
Para mostrar misericordia a nuestros padres, (Salmo 25:6; 98:3; 136)
Y para recordar Su santo pacto,
El juramento (Génesis 15) que hizo a nuestro padre Abraham (Génesis 12:2,3; 17:7; 22:15-18; Éxodo 2:24; 2 Samuel 22:51; Salmo 105:6-10; Miqueas 7:20)
Concedernos que, librados de la mano de nuestros enemigos,
Le sirvamos sin temor (Éxodo 19:6; Jeremías 30:9-10)
En santidad y justicia delante de El, todos nuestros días.

Y tú, niño, serás llamado profeta del Altísimo;
Porque irás delante del Señor para preparar Sus caminos (Isaías 40:1-11 Malaquías 3:1);
Para dar a Su pueblo el conocimiento de la salvación
Por el perdón de sus pecados (Salmo 103:11-12; Isaías 1:18; 43:25; 53:5, 8, 10, 12; Jeremías 31:34b; Miqueas 7:19),
Por la entrañable misericordia de nuestro Dios,
Con que la Aurora nos visitará desde lo alto,
para dar luz a los que habitan en tinieblas y en sombra de muerte,
Para guiar nuestros pies en el camino de paz” (Salmo 107:10; Isaías 9:1; 42:7; 60:1-3; Malaquías 4:2).
Lucas 1:67-79. NBLH

Cada parte de la profecía de Zacarías corresponde a los textos del Antiguo Testamento. Ha tenido mas de nueve meses para reflexionar sobre el mensaje del ángel y sus conclusiones se centran en la obra de Dios para salva a su pueblo.

SINTAXIS:
“Bendito sea el Señor,
                         Dios de Israel,
Porque nos ha             visitado
                y ha traído redención
                                        para Su pueblo,
               Y
              nos ha levantado
                                       un cuerno de salvación (un salvador poderoso)
                            En la casa de David
                                                      Su siervo,
                       Tal como lo anunció por boca de Sus santos profetas                                             desde los tiempos antiguos,
                                    Salvación de nuestros enemigos (la serpiente Génesis 3:15)
                                                  Y de la mano de todos            
                                                                         los que nos aborrecen;
                                        Para mostrar misericordia
                                                                 a nuestros padres,
                                     Y para recordar Su santo pacto,
                                                                El juramento que hizo
                                                                     a nuestro padre Abraham:
Concedernos que,
                   librados de la mano de nuestros enemigos,
                 Le sirvamos
                          sin temor,
                           En santidad
                              y justicia delante de El, todos nuestros días.



Exposición:
Esta profecía consiste en dos oraciones: uno sobre la obra de Dios Padre y Dios Hijo y la otra sobre la obra de Juan el Bautista. No te debe de extrañar que Zacarías no hable primero de su hijo y sólo hable de lo que hará Dios. Zacarías muestra sus prioridades que estan centradas en la obra de Dios y no en si mismo y su nuevo hijo. Era un creyente en Dios.

Dios y Jesús
“Bendito sea el Señor, Dios de Israel,
Porque nos ha visitado y ha traído redención para Su pueblo,
Zacarías ve que Dios mismo, es decir el Señor mismo o Jehová mismo está llegando a la tierra para cumplir su pacto. El Señor viene para pagar el precio del pacto roto y redimir a su pueblo de la maldición (Génesis 15:17) donde Dios pasa por medio de los animales partidos. Al pasar en medio de los animales partidos es la forma que se hacia un pacto en aquellos días. Cómo sólo Dios pasó en medio de los animales significa que Dios acepto pagar las consecuencias de un pacto roto (Un ejemplo de un pacto roto se encuentra en Jeremías 34:15-20).  Zacarías esta más emocionado por la obra que Dios iba hacer en Jesús que por el nacimiento de su propio hijo Juan.
Bendito sea el Señor — Sin una alabanza a Dios, sin una doxología, sin una adoración, no existe la religión.
Y nos ha levantado un cuerno de salvación
en la casa de David su siervo.
“Nos ha levantado un poderoso Salvador en la casa de David Su siervo” RVC

Cuando nos nace un hijo, ¿Dónde esta el centro de nuestros pensamientos? Está en nuestro hijo o hija, ¿no? Pero Zacarías reconoce que el Gran Evento de la humanidad esta a la puerta.  Su pensamiento esta en que Dios estaba cumpliendo su juramento. Dios mismo estaba llegando a la tierra para cumplir su pacto con Abraham. Esto era más importante que el nacimiento de su hijo o cualquiera otra situación de la vida. Zacarías captó que estaba en el centro de la historia. Dios estaba llegando para librarnos de nuestros enemigos y del pecado.

Tal como lo anunció por boca de Sus santos profetas desde los tiempos antiguos,
Salvación de nuestros enemigos (Los descendientes del dragón en Génesis 3:15. Este es el primer texto que habla de la enemistad en la Biblia).
Y de la mano de todos los que nos aborrecen;
Para mostrar misericordia a nuestros padres,
Y para recordar Su santo pacto,
El juramento que hizo a nuestro padre Abraham (Génesis 15):
Concedernos que, librados de la mano de nuestros enemigos,
Le sirvamos sin temor,
En santidad y justicia delante de El, todos nuestros días.

Juan El Bautista
Y tú, niño, serás llamado profeta del Altísimo;
Esto contrasta al profeta con Dios
Porque irás delante del Señor
                       para preparar Sus caminos;
                       Para dar a Su pueblo el conocimiento de la salvación
                                   a. Por el perdón de sus pecados,
                                   b. Por la entrañable misericordia de nuestro Dios,
Con que la Aurora nos visitará desde lo alto,
Esto es el amanecer de una nueva ERA.
                       para dar luz
                                         a los que habitan en tinieblas
                                                                   y en sombra de muerte,
                        Para guiar nuestros pies en el camino de paz” (Lucas 1:67-79).

Primero observa que esta profecía tiene dos partes. La primera describe la acción de Dios en cumplir su juramento a Abraham.
La segunda parte habla del niño de Zacarías, Juan el Bautista, quien esta participando como el heraldo del rey para preparar el pueblo para el Señor.

Zacarías estaba contento porque ya había nacido su hijo y podría ponerle el nombre “Juan”. Pero esto era común. Lo que mas le movió fue el hecho que estaba participando en el cumplimiento de la promesa y el pacto que Dios le había hecho a Abraham. Cuando el Ángel le habló en el capitulo 1 estaba en una situación de desesperación al no tener hijos en su familia. Dios le sorprendió en las tareas de la vida cuando no lo estaba esperando.

Significado
Dios mismo bajo para salvarnos cumpliendo todos los requisitos para librarnos de la maldición. Tomando sobre si mismo el castigo del pacto roto.
Este pasaje es uno de los primeros pasos en el cambio de una relación con Dios por la ley, a una que es por la gracia. Es la transición del rey que iba a venir, a Jesús el rey presente. Es un cambio de la esperanza en el Mesías, al Mesias presente o Cristo inaugurando su reino. Es el inicio de un evangelio a ... los gentiles.

Importancia
Concedernos que,
librados de la mano de nuestros enemigos,
Le sirvamos
sin temor,
         En santidad
                y
              justicia delante de El,
       todos nuestros días.

Un texto que marca esta misma importancia es 2 Corintios 5:14-15
«El amor de Cristo nos lleva a actuar así, al pensar que si uno murió por todos, entonces todos murieron; y él murió por todos, para que los que viven ya no vivan para sí, sino para aquel que murió y resucitó por ellos.» 2 Corintios 5:14-15 RVC

Bibliografía:
V. Gilbert Beers, Un viaje a través de la Biblia, Tyndale.
Darrel L. Bock, Luke, vol. 1: Luke 1-9:50, Baker.
Guillermo Hendriksen: Lucas, El Faro.

jueves, 3 de diciembre de 2015

SILOH: Profecía de misterio, Fe y Esperanza

SILOH, PROFECÍA DE MISTERIO, FE Y ESPERANZA
(PREDICACIÓN DEL PRIMER DOMINGO DE ADVIENTO EN LA IGLESIA CRISTIANA PRÍNCIPE DE PAZ. PASTOR EUGENIO TORRES)


INTRODUCCIÓN. Al ver de manera profética este pasaje, deberemos tener en cuenta que, como dijo el apóstol Pablo:
«...pues en él se cumplen todas las promesas de Dios. Por esto, cuando alabamos a Dios, decimos «Amén» por medio de Cristo Jesús» 2 Corintios 1:20.
Cristo es el centro de todo cumplimiento de los propósitos de Dios. Desde Génesis hasta Malaquías el anunciado es Cristo, el símbolo representado en toda profecía es Cristo y a él apunta todo, en él se cumple todo, como lo veremos en esta profecía de las bendiciones de Jacob para sus hijos y para todas las etnias.
Génesis 49:8-13
Génesis 49: 8 Judá, te alabarán tus hermanos; Tu mano en la cerviz de tus enemigos; Los hijos de tu padre se inclinarán a ti.

1. JUDÁ, GRACIA DE DIOS: Alabado por gracia de Dios. No se le concedió por ningún mérito, sino por voluntad divina.

 En las bendiciones dadas por Jacob a sus hijos, tenemos las relaciones familiares presentes.
Recordemos que la familia es vital en La Escritura, pues sus elementos espirituales están presentes en la vida con Dios.

No perdamos de vista que la iglesia de Dios es su familia y que el Señor da a luz hijos en el Espíritu, tal como lo afirma Pablo: «de modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es (nacida de nuevo), las cosas viejas pasaron, todas son hechas nuevas», y por su parte Juan afirma «Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios; los cuales no son engendrados de sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón, sino de Dios».
Más aún, hemos de destacar la acción de Jacob, quien desplaza la bendición mayor, de Rubén a Judá, debido al gran pecado de Rubén, de haber tenido sexo con una concubina de Jacob, su padre. (Al respecto quiero mencionar que solemos subrayar la necesidad de perdonar a los padres, línea seguida por la psicología y por consejeros familiares, sin embargo poco hincapié se hace a la hora de ver las heridas que los hijos causan a los padres, algunas mayúsculas, como la de Rubén, pero aún así, un padre que ama no deja de orar y bendecir a sus hijos, como lo hizo Jacob).

Dicho desplazamiento, de dar la bendición mayor a Judá en vez de dársela a Rubén, encuentra su motivo, no en el pecado de Rubén, ni en el rencor o enojo de Jacob, sino en la GRACIA de Dios para con Judá.

Toco cuanto concierne a la acción de Dios sobre el hombre, ha de verse con la lupa de la gracia. Todo, absolutamente todo, de Dios para con el hombre, tiene la óptica de la gracia, y si no, basta con verse a sí mismo con vida...

A partir de la voluntad divina, además, es necesario ver la soberanía de Dios para llevar a cabo sus proyectos y planes, por gracia y por medio de quien la da, Cristo.

Todo en él (Cristo) revela la persona, valores, atributos, carácter y propósitos divinos, desde la eternidad, santidad, justicia, soberanía, misericordia...

2. UNIDAD Y ARMONÍA FAMILIAR Judá, te alabarán tus hermanos... Los hijos de tu padre se inclinarán a ti.

Una familia armoniosa es posible sólo por la presencia de Dios en ella. La unidad y la armonía son factibles en las manos de Dios por medio de la acción del Espíritu Santo.

Son destruidas ambas (armonía y unidad) por la acción del pecado. Sin embargo, cuando un miembro de la familia reconoce la bendición del Señor en otro miembro de la familia, eso viene de la presencia de Dios en la familia, pues la envidia, la lucha por imponerse o sobresalir, son hechos a un lado cuando por medio de su Espíritu Dios hace la armonía en la familia y en las relaciones de unos con otros.

Que un hermano se incline (dé honra a otro), en reconocimiento de la obra de Dios en el hermano, honra y da gloria a Dios.

Y en Judá se prevé, se mira de antemano, cómo se construye, con el Espíritu del Señor, la relación armoniosa en la familia, de naturaleza eminentemente espiritual, que es la iglesia del Señor.
De este modo vemos su realización en la vida de la familia del Señor (la iglesia), quien oró porque su iglesia, mostrada inicialmente en sus discípulos, fuera uno, como el Hijo y el Padre lo son en su naturaleza espiritual.

La armonía, como demostración de la presencia de Dios se ve como antelación de la armonía que la familia de Dios tendrá por la eternidad, con ausencia de toda muestra de pecado, como la competencia, la lucha y la envidia.

3. FAMILIA COMO FUERZA DE PODER. Un rasgo más, es que la familia es centro de poder, núcleo de fuerza, vigor y fortaleza.

Dice el salmo Salmos 127:3-5: He aquí, herencia de Jehová son los hijos; Cosa de estima el fruto del vientre. Como saetas en mano del valiente, Así son los hijos habidos en la juventud. Bienaventurado el hombre que llenó su aljaba de ellos; No será avergonzado Cuando hablare con los enemigos en la puerta.

Si nos imaginamos un encuentro entre hombres aguerridos y uno de ellos corriese el riesgo de ser confrontado, incluso agredido o se le hablase con violencia, ello sería posible para con un hombre con hijas o con uno o dos hijos... pero en caso de tener un montón de hijos, éstos, respaldando a su padre, jamás permitirían que nadie le hable ni siquiera en voz alta o de malos modos.

En esta familia alguien, un miembro de ella, recibe honor. Judá, como centro de adoración y honor. Dice Salmos 22:22: Anunciaré tu nombre a mis hermanos; En medio de la congregación te alabaré. Dios, como centro de adoración, y los hermanos incluidos en ella, es revelación que avanza y se cumple en Cristo.

Como receptora de fuerzo y poder, la familia de Dios, el cuerpo de Cristo, la iglesia, recibe todo poder del Señor, quien es llamado «Jehová de los ejércitos», cuyo significado es «Jehová el todopoderoso». Y tal Dios, tal Señor, es quien da su poder a la iglesia, ante quien «las fuerzas del hades no prevalecerán».

El Señor todopoderoso habita en su casa, la iglesia, la familia de Dios, es tesis sustentada por el apóstol Pablo en los primeros capítulos de su Epístola A los corintios.
Y en el centro de la familia, el monarca detentador el poder, es ni más ni menos que el cordero inmolado, descendiente de Judá, poseedor del cetro de mando.

Cachorro de león, Judá; De la presa subiste, hijo mío. Se encorvó, se echó como león, Así como león viejo: ¿quién lo despertará? Génesis 49:9 

1. CACHORRO. El poder no es de él. El león, como rey de la selva, es asimismo, símbolo de majestad y poder en la profecía de Jacob.

No obstante, el cachorro no es poderoso. De hecho, es más como una mascota, como un felino tierno. ¿Qué representa, en todo caso como cachorro? ¡La soberanía, la gracia y el poder de Dios sobre él, como receptor de toda buena dádiva del cielo!

Representa a todo aquél que se sabe dependiente del Señor, a semejanza de David, quien, como jovenzuelo, se ofrece para pelear contra el gigante Goliat, pero a los ojos del rey es más digno de lástima que de admiración por su aspecto.

Su mismo aspecto es más para admirarse de que el joven piense de sí mismo como alguien con capacidades físicas para pelear contra un gigantón.

En algún pueblo hubieran pensado de él que era un «ñango», alguien sin fortaleza, ni carácter, alguien siquiera indigno de invitarlo a pelear. Nos recuerda a Pablo, quien dijo de sí mismo «porque cuando soy débil (asténico), soy fuerte».

Jovenzuelo entusiasta, David, hace alarde, con buen espíritu, de haber luchado contra leones y haberlos vencido para arrancarles de las fauces algún cordero u oveja de su rebaño. Por lo tanto, si ha vencido leones, ¿quién es ese incircunciso para que provoque a los escuadrones del Señor? Y al final, en el encuentro contra el incircunciso, declara categóricamente:
«Entonces dijo David al filisteo: Tú vienes a mí con espada y lanza y jabalina; mas yo vengo a ti en el nombre de Jehová de los ejércitos, el Dios de los escuadrones de Israel, a quien tú has provocado. Jehová te entregará hoy en mi mano, y yo te venceré, y te cortaré la cabeza, y daré hoy los cuerpos de los filisteos a las aves del cielo y a las bestias de la tierra; y toda la tierra sabrá que hay Dios en Israel. Y sabrá toda esta congregación que Jehová no salva con espada y con lanza; porque de Jehová es la batalla, y él os entregará en nuestras manos». 1 Samuel 17:45-47

«Sin mí nada podrán hacer», les (nos) dijo el Señor a sus seguidores. De él viene todo poder, fortaleza y victoria, por eso la gloria le es dada sólo a él.

En la realidad del Antiguo y del Nuevo Testamento, nada ni nadie tiene poder, ni pizca, para confrontar y mover al Señor un ápice de sus propósitos, menos para librar una gesta o batalla contra él.

2. VIDA DE CONFORT
«Se encorvó, se echó como león, Así como león viejo: ¿quién lo despertará? 
El cachorro se hace viejo. Vive en la historia la paz de la eternidad. Dios irrumpe en la historia de sus amados. La eternidad se incrusta en nuestra historia, se hace carne, se hila con la circunstancia humana, se hace fibra, hilo, nudo, retruécano, se entreteje con nuestras vidas en Cristo.
«En Cristo» es frase acuñada por Pablo. Un botón de muestra es 2 Corintios 5:17:
«De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas».
«En Cristo somos más que vencedores», y Romanos 8:39 dice que... «ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro. Y si seguimos, 1 Corintios 1:30-31 dice: «Mas por él estáis vosotros en Cristo Jesús, el cual nos ha sido hecho por Dios sabiduría, justificación, santificación y redención; para que, como está escrito: El que se gloría, gloríese en el Señor».

El confort, la paz más completa, la concede el Señor «en Cristo». Y todo joven, todo ser, a fin de cuentas histórico, conoce la tribulación, la angustia y zozobra, así como el pesar y las preocupaciones.
Sin embargo, en medio de todo pesar y situación angustiosa, el creyente en Dios y en la obra de Cristo tiene una certeza: Dios es digno de confianza en todo cuanto vive, en todo cuanto padece.
La paz de Dios, dada por medio de Cristo, cobra realidad en el tejido de nuestro sufrimiento. Dicha paz carece de explicación, como no sea el misterio del obrar del Espíritu Santo en nuestro corazón, mente, espíritu, alma, mente y emociones... en nuestro ser, de manera holística.

La paz que el mundo no conoce, es la dada por Cristo, no como el mundo la da, en su momento, el gobierno romano, cuya «paz romana», esencialmente, consistía en apagar todo revuelo social, todo accionar escandaloso, todo escándalo o ruido causado por cualquier multitud.

Para ello se enviaba de inmediato un contingente de soldados romanos a apalear a las turbas, con todo y donde les cayera. Así, fungiendo como policías antimotines, la paz romana era, en esencia, una paz impuesta socialmente, donde no se percibían ruidos molestos o alborotos.

¿Cuál es entonces la paz dada por Dios? ¡Es eminentemente espiritual! No es exógena, no viene del exterior, ni es exógena, como si fuera producto de una meditación trascendental, como repetir mantras... ¡no! ¡No es humana! ¡Viene de lo alto! ¡Viene de Dios!, así que al hombre le es dada de lo alto por medio de Cristo, y el león cachorro es pintado como león viejo, echado, relajado, en confort, porque el gobierno de Dios en él cobra vida, se manifiesta y revela en una plenitud creciente, de gracia, y en la dependencia de Dios en Cristo.

Paz espiritual, don de Dios, sólo es posible en Cristo, y es dada por gracia y de modo soberano a los elegidos por Dios, creyentes y adoradores de él en Cristo.
No será quitado el cetro de Judá, Ni el legislador de entre sus pies, Hasta que venga Siloh; Y a él se congregarán los pueblos. Génesis 49:10

1. PROFECÍA DE MISTERIO.
 «Hasta que venga Siloh».
Siloh, nombre en el misterio, el del significado desconocido. ¿Qué significa? ¿Qué quiere decir y a dónde o a quién conduce?

Su significado no es tan importante, sino saber, a la luz de la profecía, que Dios tiene un plan y lo cumplirá. Si a menudo los intérpretes de La Escritura han errado, ¡incluso en textos «no misteriosos»!
¿Cómo pensar entonces de Siloh? ¿Cuál debe ser alguna posible conclusión?
Primero dejemos asentada una verdad obvia en La Biblia: la profecía no es un augurio ni vaticinio ni un mensaje de un suceso por venir.

Tampoco es una cartografía de eventos futuros o una especie de agenda con sucesos y personajes de días, meses o años venideros.

Eminentemente la profecía es un mensaje que transmite la voluntad de Dios para su pueblo, y el profeta es un vocero y nada más. Un «correveidile», un portavoz de quien lo comisiona a dar una palabra, mensaje o recado. Heraldo también lo definiría bien.

¿Y cuál es la voluntad de Dios al hablar de Siloh? ¡Hablar del gobernante que él desea para su pueblo!

El misterio, como tal, nos enfoca en su voluntad y de allí nos lleva a la paciente obediencia, a la obediencia y paciencia, a la espera y a la expectativa de lo que hará, y será lo mejor para todo el planeta tierra.

Por lo tanto, nos lleva a la confianza, esperanza y fe. Veámoslo.

2. CONFIANZA.
Confianza. porque viene de Dios. Todo lo bueno viene de lo alto, todo designio divino tiene por meta bendecir al ser humano de manera global, holística... completa y total, en abundancia de compasión y misericordia.

Confiar en Dios nos da descanso. Aún si ignoramos definiciones (que Dios, por cierto, no nos deja en ceguera intelectual) el Señor nos instruye para saber de sus planes, pensamientos, intenciones y proyectos.

Nos da conocimiento que hemos perdido a causa de nuestro pecado, y nos da guía moral y espiritual para no errar.

Nos concede conocer sus planes a futuro y detalles, algunos velados, otros lúcidos, pero no nos deja ni en angustia o zozobra, mucho menos en desesperanza.

Asimismo nos ha dado constancia de su obrar compasivo, de su providencia, amor, compasión, misericordia, bondad, generosidad, poder, soberanía, omnisciencia y santidad...  a lo largo de siglos.
Confiamos en quienes conocemos debido a las muestras dadas de absoluta confiabilidad en su palabra.

No ha dejado de cumplir lo prometido, bueno o malo. Cuando prometió bienes los dio, así como dio castigo, enfermedad y muerte o calamidades.
Dios es confiable, por lo tanto su profecía «de misterio» no demerita lo confiable que es él, ni disminuye la certeza de que cumplirá su propósito para su gloria. El salmista lo expresó la confianza en el Señor de modo categórico:
 « Jehová cumplirá su propósito en mí; Tu misericordia, oh Jehová, es para siempre; No desampares la obra de tus manos». Salmos 138:8
Confiaba, en plenitud, en que el Señor no dejaría sus planes inconclusos. Y con respecto a Siloh, menos.


3. FE. Creo, aunque no entiendo. No entiendo, pero lo creo. Creerle al Señor le da gloria. En toda La Escritura se vive todo lo fundamentado en Génesis, como dijo el salmista:  Dios cumplirá su propósito en mí, dijo un salmista.

Abraham es otro que deposita su fe en el Señor y le cree todo. Literalmente le cree todo. Casado con una mujer estéril, le cree al Señor la promesa de que tendrá hijos por medio de Sara y que será padre de multitudes y naciones, como estrellas hay en el cielo.

Y le creyó. Caminar con Dios presupone creerle, tenerle fe. Para ello sólo hay que hacer lo pedido por él. Aun si no se ve el camino, hay que dar el paso hasta donde él diga. No más. Tampoco menos.
Si él manda ir a un lugar, hay que ir. El próximo paso dirá él cuándo darlo, hacia dónde, cómo... uno no debe estar ansioso por lo que sigue. Sólo hay que creerle y llegar hasta donde él diga. Si él dice que un descendiente de Judá ostentará el poder, sin duda así será.
Y que de él (Judá) saldrá un legislador, sin duda así será. Porque Dios lo ha dicho, lo ha prometido y la profecía dada por Jacob, dada como bendición, nos dice que las bendiciones del Señor nos llegan en las formas que él decida expresar.

Pero además, creer en este gobernante prometido nos encara con depositar en él también la fe, pues viene ni más ni menos que de parte de Dios, es el gobernante que llena los estándares del Señor.
Por lo tanto, tenerle fe lo coloca, de suyo, en una posición de divinidad. No es el ser mitológico del hinduismo o de los griegos o romanos o de alguna otra etnia, azteca, maya, china... sin embargo sorprende que a estos años aún se tenga fe en ellos.

La fe en el Señor es certidumbre, certeza, como dato duro, como realidad no visible, pero realidad divina, de la eternidad, no de la historia ni de fabricación humana.

Fe en él es conlleva un milagro, algo extraordinario, pues implica creerle aun cuando no lo veamos ni nos conste, prueba física de por medio, que nos dará lo prometido.

Fe en Cristo, su resurrección y salvación, además de su ser divino, implica renunciar a la vida secular y su fe en lo material, lo empírico y sensual.

No obstante, la fe es la esfera de lo agradable a Dios, por su naturaleza: vivir en su ambiente, en el de lo divino y eterno, en su palabra expresada por medio del Mesías y sus apóstoles.

4. GOBIERNO TEOCRÁTICO.
No será quitado el cetro de Judá, Ni el legislador de entre sus pies, Hasta que venga Siloh; Y a él se congregarán los pueblos (Génsis 49:10).
Para siempre, de paz eterna. Una cara de la fe, es creer que tendremos un gobernante con las características deseadas por Dios.

Este gobernante está fuera del esquema de todo cuadro y paradigma social conocido por los sistemas de gobierno de las culturas del mundo.

Ningún vínculo tiene con la democracia, capitalismo o monarquía conocida. Será un gobernante divino.

De hecho, algo que me alegra, es constatar la corrupción en todo gobierno elegido. En el estado donde vivo, Nuevo León, triunfó en las elecciones un candidato independiente.
En lo personal no abrigo ninguna buena expectativa. Tampoco mala, peor que los gobiernos pasados. En el poco tiempo que lleva en funciones, hemos visto un gobierno que se desdice de promesas, con justificaciones financieras para no cumplir... falta de capacidad para gobernar, prontitud de ejecución, pertinencia para atender necesidades... falta de voluntad... en fin, ¿qué se le puede pedir a un gobernante de este y de todos los siglos?

En mi país, México, hemos tenido dos presidentes de otros partidos que demostraron su total incapacidad para gobernar. Aunque he de decir que el partido de «la dictadura perfecta», con 70 años en el poder tampoco fue mejor.

¿Y en otros países, qué de sus reyes, presidentes o líderes? ¡Es lo mismo! ¿Qué nos dice todo ello? ¡Que jamás tendremos un gobernante justo, recto, íntegro, o de cualidades espirituales sanas y limpias... ¡jamás!

Pero la gente sigue anhelando paz, bienestar, justicia, equidad... Aceptémoslo. Eso jamás se verá bajo ningún gobierno humana. Cuanto más, veremos países con mejoras económicas, como algunos (pocos) europeos, pero nada más.

El gobierno teocrático de Dios se distingue por la paz, justicia, rectitud, santidad, bienestar, armonía...
En La Escritura la paz es evidencia del gobierno de Dios de manera plena: individuo, social, humanidad, planeta, flora, fauna... No hay en él dolor, ni quebranto ni sufrimiento, ni tristeza, angustia, ansiedad, preocupación, enfermedades, muerte, hambre, injusticia, explotación, abuso, pecado, llanto, depresión...

Paz, es el distintivo del gobierno de este representante de Dios, prometido por él por medio de Jacob. Como promesa es también profecía que se cumplirá como todas las hechas hace siglos.
Todo gobierno humano, con sistemas cuales sean, han demostrado su falibilidad y corrupción, iniquidad y abuso de los más poderosos contra los débiles, huérfanos, pobres, desvalidos y vulnerables.

Contrastan, como manifestación de estilo de gobernar, el del Mesías prometido, contra los estilos de este mundo a lo largo de toda su historia.

¿Por qué en cada elección en todo el mundo donde se eligen gobernantes los ciudadanos siguen albergando esperanza de un mejor gobierno? ¡Porque Dios nos diseñó para seguir a un líder justo, recto equitativo, santo, íntegro! Y tal gobernante no es de este mundo. ¡El mundo nos lo echa en cara con cada gobernante elegido o impuesto!

¿Cómo no anhelar pedirle al Señor «Venga tu reino»? Y con ello pedimos «¡venga tu Rey!»
El Mesías prometido ha venido, ha traído el reino de los cielos a nuestras dimensiones y toda categoría humana habrá de ser rendida ante él y su gobierno, de naturaleza espiritual ya a comenzado, y en su segunda venida lo implantará en toda esfera humana, incluyendo las que hoy definimos como políticas, sociales, financieras, comerciales...

5. PROFECÍA DE ADORACIÓN GLOBAL
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No será quitado el cetro de Judá, Ni el legislador de entre sus pies, Hasta que venga Siloh; Y a él se congregarán los pueblos (Génesis 49:10)
Desde aquí, Génesis, ya vemos la culminación de Apocalipsis 7:, donde todas las etnias adoran al cordero que fue inmolado.
«...Y A ÉL SE CONGREGARÁN LOS PUEBLOS»
Abram es cambiado de nombre por el Señor, quien lo «bautiza» con un nuevo nombre, «Abraham», padre de pueblos o naciones. Y aquí, Jacob reitera la promesa de Dios a su abuelo, de quien descenderá la bendición de Dios al mundo, al darle, al prometido, la bendición de Abraham, de ser adorado por todos los pueblos de la tierra.

Apocalipsis 7 (y otros pasajes de La Escritura) describen a todas las etnias adorando al Mesías de Dios. No habrá etnia no incluida en la adoración al gobernante de Dios. Jesús, el Mesías, es el Rey de reyes y Señor de Señores esperado, cuya expectación de su venida y reinado es avivada por los gobernantes de hoy.

Su gobierno será de dignificación de todo ser humano. Si bien hemos tenido sistemas de gobierno y filosofías de partidos discriminantes, como quienes proclaman una supremacía racial, lo cierto es que ante los ojos del Señor todo ser humano es creación suya y digna de respeto.

No hay ninguna supremacía de una etnia hacia, aun cuando hoy tengamos asesinatos de personas de raza negra a manos de policías blancos, o exterminio de personas nativas a manos de otros connacionales.

El gobernante de Dios será mundial, será la bendición de Dios a todo ser humano sin discriminar a nadie por su piel, edad, sexo, género u otro motivo.

Todos los pueblos lo adorarán, porque él es la razón de la vida, la bendición de ellos, no ellos la bendición de él.

Dios creó todo el universo para él. En todo caso, ellos son la ofrenda del Padre al hijo, quien le dará al Padre el gobierno también, a semejanza de David, quien no se proclamaba a sí mismo como rey de Israel, sino a Dios como rey de su nación y de todo el mundo.

CRISTO ES SILOH, EL REY DE REYES Y SEÑOR DE SEÑORES PROMETIDO DESDE EL INICIO DE LA HUMANIDAD. ÉL ES EL CUMPLIMIENTO DE TODA PROMESA, NO LA ETNIA JUDÍA. CRISTO ES EL CENTRO DE TODO, ÉL ES LA BENDICIÓN DE DIOS AL MUNDO, EL ADORADO DE LAS NACIONES.
 Atando a la vid su pollino, Y a la cepa el hijo de su asna, Lavó en el vino su vestido, Y en la sangre de uvas su manto. 12 Sus ojos, rojos del vino, Y sus dientes blancos de la leche.Génesis 49:11
Por último, en la profecía tenemos a la vid. De ella diremos:

1. VID COMO SÍMBOLO PROFÉTICO.  Cristo dijo «YO SOY LA VID VERDADERA» (Juan 15:1). Él es el pueblo de Dios. Nosotros somos profecía cumplida, porque la vid es símbolo de un pueblo, y Cristo, la vid verdadera, es el pueblo de Dios. ¿Cómo lo sabemos? Por la revelación apostólica: Somos de Dios en Cristo.

En los profetas (cfr Isaías 5), la vid es símbolo del pueblo israelita. Dios hizo mucho por su vid: preparó el terreno, sembró semillas escogidas, plantó en medio un lagar, la protegió con bardas... y las semillas no dieron el fruto de justicia, sino todo lo inesperado, explotación del hombre por el hombre, adulterio, robo, mentira, fraude, asesinatos... todo un mundo de corrupción.
Llevar al exilio a esa malvada vid fue la respuesta del Señor. Sin embargo, la vid, el pueblo israelita, no era «la vid verdadera». Quien sí lo era (y lo sigue siendo) es Jesús, quien dijo: «Yo soy la vid verdadera» y todo miembro unido a él, es del Señor, es parte del pueblo de Dios.
Cristo mismo, en su persona, es «el pueblo de Dios». En él se es «familia de Dios», que vive en armonía, como vimos al principio.

Más símbolos representan al Señor Jesús, como templo, luz, senda o camino... pero como pueblo pocos lo integran a su fe, aun cuando es clara la declaración apostólica de quiénes somos «en Cristo», entre ellos, nuevo pueblo, nueva humanidad, nación santa, pueblo adquirido por Dios...
Una interpretación insostenible es la de centrar en las profecías al pueblo israelita y considerarlo el centro de las profecías del Antiguo Testamento, cuando todo el Nuevo Testamento, al interpretar el Antiguo, extrae textos, uno tras otro, para afirmar, en los evangelios: «para que se cumpliera como está escrito», adjudicándolos al Señor Jesús, el Mesías cristiano.
Y con respecto a las epístolas, Pablo dice que el Israel de Dios es la descendencia de Abraham por la fe (en Gálatas) y en Efesios, que Dios unió a las etnias (judíos y gentiles) y de ambos hizo la nueva humanidad...
Pedro dice que somos «nación santa...» En cristo todos somos nueva criatura. El centro de las profecías es Cristo.
Más contundente aún, lo es Pablo en 2 Corintios 1:20: «...porque todas las promesas de Dios son en él Sí, y en él Amén, por medio de nosotros, para la gloria de Dios», cuya interpretación, obvia, es que Cristo, no la etnia israelita o judía, es el centro de toda promesa.
Dicho de otra manera, Cristo es el «sí» y el «amén» para toda profecía, el cumplimiento de los propósitos de Dios.  
Por eso, unidos a la vid, al pueblo de Dios, no podemos hacer nada separados de él, ni de su pueblo. Somos uno en Cristo.
2. VIDA DE PLENITUD. Otra faceta de la vid, con sus descripciones aquí es la plenitud que representa, además de la dicha y gozo derivados de su producción.
Vida nueva, vida plena, vida abundante. Pero mejor veámoslo en palabras del mismo Señor Jesús, la vid de Dios.
«Si alguno tiene sed, venga a mí y beba, y como dice La Escritura, de su interior correrán ríos de agua viva».
Juan 10:7-18:  Volvió, pues, Jesús a decirles: De cierto, de cierto os digo: Yo soy la puerta de las ovejas. 8 Todos los que antes de mí vinieron, ladrones son y salteadores; pero no los oyeron las ovejas. 9 Yo soy la puerta; el que por mí entrare, será salvo; y entrará, y saldrá, y hallará pastos. 10 El ladrón no viene sino para hurtar y matarme  y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia. 11 Yo soy el buen pastor; el buen pastor su vida da por las ovejas. 12 Mas el asalariado, y que no es el pastor, de quien no son propias las ovejas, ve venir al lobo y deja las ovejas y huye, y el lobo arrebata las ovejas y las dispersa. 13 Así que el asalariado huye, porque es asalariado, y no le importan las ovejas. 14 Yo soy el buen pastor; y conozco mis ovejas, y las mías me conocen, 15 así como el Padre me conoce, y yo conozco al Padre; y pongo mi vida por las ovejas. 16 También tengo otras ovejas que no son de este redil; aquéllas también debo traer, y oirán mi voz; y habrá un rebaño, y un pastor. 17 Por eso me ama el Padre, porque yo pongo mi vida, para volverla a tomar. 18 Nadie me la quita, sino que yo de mí mismo la pongo. Tengo poder para ponerla, y tengo poder para volverla a tomar. Este mandamiento recibí de mi Padre.