miércoles, 10 de octubre de 2007

¿Soy yo pecador?

Muchas veces hemos hecho la Biblia nuestro amigo de tal grado que no nos dice nuestras fallas. Llegamos a pensar que la Biblia nos afirma como buenas personas. Afirma que no somos pecadores. Vemos el pecado sólo en cuando rompemos ciertas "reglas" y reducimos el pecado a un minimo de detalles como hicieron los fariseos en el Nuevo Testamento. Oramos como ellos deciendo que "doy gracias a Dios que no soy como aquellos que pecan contra ti" y olvidamos las cosas más basicas.

Martín Lutero decía que la Biblia tiene que ser nuestro adversario o pierde su función como Palabra de Dios. Dios nos acusa de pecado. Si no vemos que la Biblia nos acusa de pecado, no la estamos leyendo correctamente.

Si nada mas vemos a ciertos mandamientos de Dios y llegamos a pensar que estamos cumpliendo con Dios y ya no pecamos. Hemos engañado a nosotros mismos. Si llegamos a pensar que "buenas obras" = "buena gente" = "suficientemente buena". Ya no necesitamos más de Dios. Ya somos libres y ya podemos hacer lo que nos da la gana. Pero ya dejamos de entender la Biblia, porque ya no es nuestro adversario. En lugar de convencernos de pecado, sólo nos afirma en nuestro propio camino.

En el Nuevo Testamento la gente con que Jesús luchaba más eran la gente buena y religiosa. La gente que tenía una justificación religiosa para su estilio de vida. Esa gente Jesús llamaba: hipocritas, tumbas blanqueadas,

Tenemos que leer más que los mandamientos para conocer bien el mensaje de la Biblia y entender el pecado. Un ejemplo que aprendí de Martín Lutero era que tengo ;que preguntar en cada versiculo en que estoy pecando. Por ejemplo en Salmo 23:1 que dice: "El Señor es mi *pastor, nada me falta", no sólo afirma que el Señor me cuida, sino también cuando ando afanado por más y más cosas, dinero, puestos, casas, coches estoy negando que el sea mi pastor. Ya no estoy confiando en Él. Ya estoy en lo más fundamental de los pecados. Ya estoy viviendo para mi mismo y no estoy siguiendo sus pasos. La Biblia tiene que ser mi adversario para que yo pueda vivir en santidad y servicio al Señor.

3 comentarios:

  1. La biblia no acusa, Dios no acusa, el diablo es el acusador.
    El Espiritu Santo, como consejero o "paraclito de nuestras almas" no hace otra cosa, como lo dijo Jesús en Juan 16, de convencernos del pecado.....

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  2. Y cuando él venga, convencerá al mundo de su error* en cuanto al pecado, a la justicia y al juicio; en cuanto al pecado, porque no creen en mí; en cuanto a la justicia, porque voy al Padre y ustedes ya no podrán verme; y en cuanto al juicio, porque el príncipe de este mundo ya ha sido juzgado.
    (Juan 16:8-11)

    El Espíritu si tiene la tarea de convencer al mundo de su pecado. Esto si es una acusación. Sin esta acusación no vendriamos a Jesús para nuestra salvación.

    También vea a 1 Juan
    Si afirmamos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos y no tenemos la verdad. Si confesamos nuestros pecados, Dios, que es fiel y justo, nos los perdonará y nos limpiará de toda maldad. Si afirmamos que no hemos pecado, lo hacemos pasar por mentiroso y su palabra no habita en nosotros.
    (1Jn 1:8-10)

    Como creyentes no pasamos a un estado donde no pecamos. Si nos consideramos sin pecado hemos hecho a Dios mentiroso. La Biblia nos ayuda a ver nuestro pecado para que podemos confesarlo y recibir el perdon.

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  3. Pues mas bien habría que ver cuál será el caracter de Dios...
    Tendrá la palabra de Dios el caracter de un Dios castigador o acusador o mas bien el de un Dios amoroso que persevera en mostrar al mundo su error al convencerlo, hacerle ver su pecado.

    Yo creo que la introyección o imagen que tengamos de Dios en nuestros corazones determina como lo vemos. Seguramente Martín Lutero escribió esto movido en parte por la mentalidad inquisitiva que precedió a su epoca.
    Todos los que han visto o escuchado de él saben que era un tipo que se atormentaba así mismo.
    Y bueno....
    Martín Lutero no es Dios, Martin Lutero no es inerrante...
    Hay que ver sus textos en el contexto de su epoca..
    NO PUEDE UD. HACER DOCTRINAS DE LO QUE EL DIJO...

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