Pretenciones de libertad
Desposeidas de su lugar correcto, la fe y la religión se transforman en un frío sístema de normas y reglas sin vida. Vemos a las leyes de Dios como punitivas y que limitan. Las tratamos como si fueran restricciones a nuestra libertad. Nos molesta tener restricciones incluso para acciones que ni siquiera desamos realizar. Como dice el poeta griego Juvenal: "hasta aquellos que no desean matar a nadie, quisiera tener el poder de hacerlo". (Wilberforce, Cristianismo Real, Casa Creación, p. 82).Esta cita esta interestante porque muestra el problema de la libertad. Muchas personas piensan que son libres, pero tampoco quieren realizar las cosas que serían la realización de su supuesta libertad.
Nos gloriamos en otras cosas que no son las glorias de Dios
Dios no tiene interés en compartir su gloria con ningún competidor. La Biblia está repleta de esta verdad. Colocar la gloria de cualquier cosa sobre la gloria de Dios es idolatría. Cuando el supremo amor del corazón es dirigido hacia cualquier cosa en vez de hacia Dios, surge la idolatría. Todo lo que desvíe de Él nuestro corazón, fascine nuestra mente o tenga el primer lugar en nuestros afectos, es un ídolo. Sólo Dios debe ser el objeto de nuestra suprema adoración (74).Hoy en día encontramos muchas cosa que quieren ocupar el total de nuestra atención. Queremos dar credito a deportistas, musícos, políticos, pastores, o cualquier otro líder. Las personas están buscando la gloria. Gloria en otras palabras es el credito que damos a la gente por haber hecho algún hazaña. Todos buscamos ser dioses y recibir el credito de otros. Todos buscamos ser importantes. Todos buscamos ser heroes o especiales. Todos buscamos ser dioses.
Dios no tolera la competencia. No tenemos nada que no nos fuera dada. Todos tenemos que morir. Nada de lo que hacemos es permanente fuera de Dios. Debemos buscar trabajar para su gloria porque es la única gloria que no perezca.
Pero si es cierto que la Biblia enseña que el objeto de la supremo de nuestros afectos debe ser Dios y si realmente alguna de esas cosas que nos distraen ha tomado el lugar que sólo Él merece legítimamente, entonces en verdad nos hemos hecho desleales a Dios. Él desea colocar su trono en nuestro corazón y reinar allí sin rivales. En algunos, la sublevación es obvia y manifiesta. En otros es oculta. Pero en ambos casos. nos hemos distanciado de nuestro justo Señor. Otorgar nuestra suprema devoción a una carrera es una traición tanto como entregar el cuerpo a actos de inmoralidad o nuestra fuerza para la codicia o el robo. Las apariencias externas pueden ser diferentes, pero el principio es el mismo. Si no volvemos nuestra lealtad a nuestro legítimo Señor, sufrimos las consecuencias cuando queda manifiesto que las cosas sumamente valoradas por los hombres, no son sino abominaciones ante los ojos de Dios. (80-81).Creo que muchos buenos cristianos caen en este trampa. Creen que si se dedican 100% de sus esfuerzos a sus carreras o sus estudios son buenos cristianos. Otros creen que si se didican al la "institución" donde están trabajando van a tener exito. el caso no es así. Sólo dependemos de Dios. Con un sencilla mál paso nos volvamos inutiles. No dependemos a nadie o ningúna cosa menos que a Dios. Si llegamos a creer que dependemos de estas cosas y simbolos somos idolatros.
El Cristianismo agnostico
Hablo de quienes dicen que creen en la Biblia es la Palabra de Dios y dicen que han dedicato su vida a Jesucristo. Han cedido a una fe nominal. Están de acuerdo con declaraciones tales como: "No importa en qué crees; lo que cuenta es cómo vives" y "No importa en qué creas, mientras que seas sincero en tu creencia". ¡Qué absurdo! (28).Estoy completamente de acuerdo con Wilberforce aquí. Veo que como cristianos no nos hemos avanzado en doscientos años. Todavía cantamos "no importa la iglesía que vayas". Esto es absurdo. Tenemos que ir a iglesia que tienen clara su visión de la doctrina que enseña la Biblia. No debemos ser tolerantes con gente que no enseña lo que la Biblia dice claramente.
También hay otras iglesia que dicen, "No tenemos otro credo más que la Biblia". Pero no podemos estar seguros de lo que enseñamos. Y como no podemos estar seguros, tu tampoco puedes estar seguro. Esto es un agnostisimo institucional que significa que no podemos pasar la enseñanza cristiana a nuestros hijos y nietos.
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