Tenemos que mantener en mente que la meta no es “prosperidad”, sino de conocer a Cristo. Fíjense bien en la siguiente cita.
“Supongamos, hermanos, que un hombre le haga un anillo a su prometida, y ella le tenga más amor al anillo que al prometido que lo hizo para ella (…) Ciertamente, está bien que ame su regalo, pero y si dijera: “me basta con el anillo. No le quiero volver la cara a él”, ¿qué diríamos de ella? (…) Su prometido le ha entregado aquella prenda, para que ella lo ame a él en esa misma prenda. Así, Dios les ha dado a ustedes todas estas cosas. Ámenlo a Él, que fue quien las hizo (Brown, Augustine of Hippo, p. 326, (tratado sobre la epístola de Juan 2:11), citado por John Piper en El legado de gozo soberano, Unilit).”
Agustín de Hipona (354 a 430 DC) es uno de los más grandes pensadores cristianos. Fue pastor o obispo en el norte de Africa.
Hermano:
ResponderBorrarDe acuerdo contigo en que nuestro ser interior debe tener en la vista al dador y no las davidas.
Sin embargo, el título no me parece adecuardo, ya que NO HAY NINGUN EVANGELIO DE LA PROSPERIDAD. Hay un evangelio del Señor Jesucristo y una de las cosas que si vino a hacer es acabar con la limitación y el temor a la escasez de manera que nosotros pudieramos vivir en liberta, es decir, sin dependencia hacia a las cosas materiales. Por eso dice San Pablo en Romanos, que el que de.. lo haga con liberalidad, el evangelio, el reinado del rey justo y su justicia (salmo 72) debieron de hacernos libres antes de poder relacionarnos correctamente con las cosas creadas.
Para mi gusto, los que tienen en la mente el evangelio de la prosperidad, como los que están en contra están ambos en un error ya que ambos están mirando lo mismo, aunque sea de una perspectiva diferente.
Saludos cordiales
Luis Mata
Hermano:
ResponderBorrarDe acuerdo contigo en que nuestro ser interior debe tener en la vista al dador y no las davidas.
Sin embargo, el título no me parece adecuardo, ya que NO HAY NINGUN EVANGELIO DE LA PROSPERIDAD. Hay un evangelio solo Evangelio o Inicio de Reinado y ese es del Señor Jesucristo. Una de las cosas que ese reinado había de traer es hacer justicia y misericordia para acabar con la mentalidad de escasez típica del mundo. De forma que si el Señor de nuestra Justicia, también es nuestro pastor, podremos vivir sin que nada nos falte y sin dependencia hacia a las cosas materiales. Por eso dice San Pablo en Romanos, que el que vaya a dar, lo debe hacer con liberalidad. Este inicio del reinado del rey justo, el evangelio (visto proféticamente por David en el salmo 72) es lo que debe hacernos libres antes de poder relacionarnos correctamente con las cosas creadas.
Para mi gusto, los que tienen en la mente el evangelio de la prosperidad, como los que están en el, ambos están en el mismo error ya que aunque sea desde perspectivas difentes, ambos están mirando a lo mismo.
Dejemos que El Rey de Justicia nos haga verdaderamente libres!
Luis Mata