Hay mucha confusión acerca de la frase "la mente de Cristo" y la realidad que representa. Pablo lo expresa en 1 Corintios 1:16":
Porque ¿QUIEN HA CONOCIDO LA MENTE DEL SEÑOR, PARA QUE LO INSTRUYA? Pero nosotros tenemos la mente de Cristo (1Co 2:16 NBLH).
Muchos lo interpretan este versículo sin tomar en cuenta su contexto. Interpretada fuera de su contexto esta frase permite afirmar que se nos da el poder "de pensar" como si nuestro cerebro fuera el mismo cerebro de Dios.
La interpretación equivocada va algo así: La mente de Cristo siempre está disponible para el creyente. El creyente debe tener cierta "espiritualidad" para poder sintonizarla. La mente de Cristo es diferente de las Escrituras. Las Escrituras nos muestran la manera en que los profetas pudieron sintonizar su mente con la de Dios. Nosotros nada más seguimos el ejemplo de los profetas. No es necesario tomar en cuenta a las Escrituras, ya que Dios se revela directamente a nosotros sin necesidad de ellas.
El problema radica en que esta manera de pensar ignora por completo el texto, porque dentro del mismo versículo tiene una frase que niega la conclusión que acabamos de leer. La pregunta ¿quién ha conocido la mente del Señor para que lo instruya? Está citando a Isaías 40:13 donde dice que no podemos tener ni comprender los pensamientos de Dios a menos de que Él nos los revele. Como humanos estamos limitados. Esto ya concuerda con 1 Corintios 2:10 "Pero Dios nos reveló (sus pensamientos) por medio del Espíritu…" porque Dios nos reveló sus secretos en las Escrituras.
En la carta a los Corintios Pablo menciona a 3 grupos de personas que no tenían la mente de Cristo:
- Los conversos. Discutían y peleaban entre sí diciendo: "Yo soy de Pablo", "yo soy de Cefas" y "yo soy de Cristo", pero Pablo les responde que no pueden tener la mente de Cristo si están divididos porque Cristo no puede estar dividido.
- Los judíos y griegos. Los judíos pedían señales y los griegos buscaban sabiduría. Éstos no tenían la mente de Cristo porque al escuchar la predicación del Cristo crucificado, les era piedra de tropiezo y necedad, a pesar de que Cristo es poder de Dios y sabiduría de Dios.
- Los gobernantes. Éstos no entendieron la sabiduría de Dios porque si la hubieran entendido no habrían crucificado a Cristo.
¿A qué se refería Pablo al decir "mente de Cristo"? La mente de Cristo es la manera en la que Cristo piensa, pero, ¿qué funciones se relacionan con la mente y el pensamiento?
- Sabiduría. "Hablamos sabiduría entre los que han alcanzado madurez." (1 Cor. 2:7)
- Conocimiento. "¿Quién de los hombres sabe las cosas del hombre, sino el espíritu del hombre que está en él? Así tampoco nadie conoció las cosas de Dios, sino el Espíritu de Dios" (1 Cor. 2:11)
- Saber. "Nosotros… hemos recibido… el Espíritu que proviene de Dios, para que sepamos lo que Dios nos ha concedido…" (1 Cor. 2:12)
- Juicio. "El espiritual juzga todas las cosas; pero él no es juzgado de nadie." (1 Cor. 2:15)
Para comprender a qué se refiere con mente, es necesario recurrir a palabras similares en la definición que Pablo da:
Uno puede preguntar "¿Cómo llegaste a esta conclusión?
La idea de que las palabras Espíritu y Palabra son intercambiables viene de 2 Timoteo 3:15-16 donde Pablo dice que las Escrituras son exhaladas por Dios. La respiración y exhalación de Dios es su Espíritu. Las Escrituras son "exhaladas", son palabras del Espíritu
- Sabiduría.
¿Qué es entonces la "mente de Cristo"? Otra alternativa es que la mente significa el "entendimiento" de Cristo. Esto concuerda con el pasaje. Entendimiento se repite varias veces en 1 Corintios 1:19; 1 Cor. 2:8; 2:11 (pensamientos); 2:12 (conozcamos); 2:13 (enseñadas por sabiduría humana); 2:16 (conocido la mente del Señor) y 2:16 (la mente de Cristo). Pablo dice que debemos pensar los pensamientos revelados (2 Cor 2:10) de Dios y seguir el ejemplo de Cristo.
Así, este pasaje es paralelo a Filipenses 2:1-11. La Nueva Biblia de los Hispanos traduce de la siguiente manera:
"Haya, pues, en ustedes esta actitud (esta manera de pensar) que hubo también en Cristo Jesús,…" (Fil. 2:5 NBLH).
¿Qué es lo que nos da la "manera de pensar" de Cristo? ¿Cómo podemos ser salvos? ¿Obtenemos la salvación sólo por lo que hacemos? ¿La religión sólo es útil para que seamos mejores personas?
A diario estamos expuestos a otras alternativas. Cada programa de televisión, cada película, cada profesor, y cada político, nos proponen una "salvación", es decir, una manera de pensar frente a los problemas de la vida. Muchas veces estas visiones de "salvación" son propuestas que cambian todas las definiciones y metas de la salvación. ¿Qué actitud asumiremos tomar para salir de nuestros problemas? ¿Qué mensaje de salvación vamos a ofrecer?
Romanos 10 nos da dos negativas muy importantes:
1. La salvación no es por nuestra propia justicia (10:3).
2. No es lo que nos puede traer un hombre (10:6-7).
La salvación esta en el mensaje de que si confiamos en Jesús (su muerte y su resurrección) y confesamos, no seremos avergonzados. Tenemos que invocar el nombre del Señor para ser salvos. No hay otra manera de vencer el problema humano (de la muerte y de establecer una correcta relación con Dios). Nuestros problemas mayores no son económicos, sociales o de salud. Todos vamos a morir pobres.
¿Realmente invocamos a Jesús para resolver los problemas de la vida, o estamos buscando otras salvaciones? ¿Somos salvos por soluciones económicas, por una mejor educación, una mejor tecnología o una mayor justicia y aplicación de la ley? ¿O son estas cosas el resultado de tener una relación correcta con Dios y de tener actitud de Jesús frente a la vida? ¿Dónde está la solución final?
En Romanos 12:1-2 Pablo nos indica que siempre seremos tentados para adaptarnos a este mundo, es decir, tomar soluciones que el mundo ofrece para resolver nuestras vidas. Pero la solución final es un retorno a entender el plan de Dios o de tener la mente (el entendimiento) de Cristo para continuar con la proclamación de su solución, es decir, el evangelio.