3 preguntas clave sobre Jesús, Murray J. Harris
¿Quién es realmente el Jesús en el que creen los cristianos? Ése que dicen murió cruelmente en una cruz y resucitó, ¿Por qué la historia se cuenta antes y después de su nacimiento? ¿Qué hay de especial la figura de Jesús que tanto atractivo tiene para el ser humano después de casi dos mil años de su nacimiento?
Ya sea que confesemos a Jesús como Hijo de Dios, que vino al mundo a salvar al mundo del pecado por medio de su muerte expiatoria y reconciliar a la creación de nuevo con Dios, o no. Siempre su personalidad nos envolverá y llenará de curiosidad, aunque sus palabras nos incomoden o alienten, nuestro corazón no permanece igual ante él.
Murray J. Harris es el autor de 3 preguntas clave sobre Jesús, que inicia así “Pocos son los que rebatirían que Jesucristo ha sido la figura más influyente de la historia mundial… No ha habido ninguna figura política cuya influencia se pueda comparar con Jesucristo”. El propósito del libro es claro, las personas que intentan desacreditar al cristianismo centran su ataque en la figura de Jesús, el cuestionamiento es triple: Jesús no existió, Jesús no resucitó de entre los muertos y Jesús no es Dios. Por lo tanto, la mejor forma de abordar esas acusaciones es presentarlas a manera de preguntas ¡y darles respuesta!, justamente lo que Harris hace en este libro organizado en tres capítulos:
1) ¿Existió Jesús?
2) ¿Resucitó Jesús de entre los muertos?
3) ¿Es Jesús Dios?
Capítulo 1 ¿Existió Jesús?
Sabemos a cerca de Jesús por medio de los evangelios, los textos que los primeros cristianos escribieron acerca de la vida de Jesús: Marcos, Mateo, Lucas y Juan, pero el problema (aparente) es que esos textos fueron escritos por seguidores suyos, ¿Qué tal si nos están engañando? ¿Existen otros testimonios contemporáneos fuera de las fuentes cristianas que nos digan que Jesús existió? La respuesta de Harris es sí, ¡y no sólo eso! Este primer capítulo se dedica a mencionarlos. Entre éstos destacan los romanos Talus, Plimio el Joven, Tácito y Suetonio, por medio de estas fuentes “no cristianas” podemos saber que:
· Jesús fue juzgado por el procurador de Judea y que lo condenó a pena capital,
· Jesús fue crucificado cuando Pilato era procurador de Judea. Por lo que se desprende que Jesús vivió en el siglo I.
· Cuando Jesús fue crucificado hubo oscuridad sobrenatural
· Jesús atrajo a un número de seguidores
· Sus seguidores se llamaron cristianos en honor a su líder
· Jesús fue el fundador de una secta que salió del judaísmo
· Ochenta años después de su muerte, los cristianos de Ponto y Bitinia solían dirigirse a Jesús como a una deidad.
Todas y cada una de estas conclusiones son sacadas a raíz de la consulta de fuentes enteramente “no cristianas” que confirman lo escrito de Jesús en los evangelios, por lo tanto, la respuesta a la pregunta: ¿Existió Jesús? Es un rotundo ¡sí!
Capítulo 2 ¿Resucitó Jesús de entre los muertos?
Este capítulo está organizado como si representara una discusión donde se debatirá la preposición “Jesucristo no resucitó de los muertos”, por un lado está el grupo que defenderá la preposición, integrado por Philip Carter, Janice Miller y Eugene Sanderson; por otra parte se encuentran Alice Jonson, Daryl Hildebrandt y Susan Adams, a favor de la negación de la preposición, es decir, defendiendo que Jesús sí resucitó de los muertos.
Entre los argumentos que sostienen la preposición anterior, el primero afirma que Jesús se desmayó en la cruz, las personas pensaron que murió, pero una vez en la fría tumba revivió, se escapó y se les apareció a sus discípulos. El segundo dice que el cuerpo fue robado y que las apariciones que vieron los discípulos fueron fenómenos psicológicos. El tercero expresa, el sudario de Turín es falso.
Las respuestas del grupo que niega la preposición y argumenta a favor de la resurrección de Jesús el lector puede consultarlas en el resto del capítulo, en donde concluyen que “si se evalúan las evidencias históricas relevantes con una mente abierta uno llega, inevitablemente, a la conclusión de que el sepulcro de Jesús estaba vacío el tercer día después de su crucifixión, y que Jesús se apareció a diversas personas después de su muerte en una forma física reconocible”.
Capítulo 3 ¿Es Jesús Dios?
Una vez llegado al último capítulo Harris confronta al lector con la evidencia, después de responder afirmativamente las dos anteriores preguntas, el lector se ve obligado a decidir acerca de Jesús. ¿Es realmente Jesús Dios? Para enfrentar a esta pregunta hay que analizar si Jesús cumple tres elementos fundamentales: 1) disfrutar de un estatus divino, 2) realiza funciones exclusivamente de Dios y 3) si las personas le llama Dios.
Cuando aborda el primer elemento, su estatus divino, lo aborda desde dos puntos diferentes, el estatus divino que Jesús mismo se atribuyó y la gente le reconoció en relación al Padre, así tenemos que Jesús posee los atributos de Divinos, Jesús existe eternamente, Jesús es igual en Dignidad, Jesús es universalmente supremo, Jesús es la revelación perfecta de Dios y Jesús es la representación de la deidad. En relación a los seres humanos, Jesús recibe la alabanza y adoración, Jesús recibe oraciones, Jesús es el objeto de la fe que salva, Jesús es la fuente de bendición junto con Dios y Jesús es el objeto de las doxologías.
En el punto dos señala que las funciones divinas que Jesús desempeñan están en relación con el Universo: Jesús es el Creador, Jesús es el sustentador; en relación con los seres humanos: Jesús enseñó y sanó con autoridad, Jesús dio el Espíritu, Jesús resucitó de los muertos, Jesús perdona pecados, Jesús da salvación o vida eterna, Jesús juzga; en relación con Yahveh, Jesús tiene el mismo estatus y funciones de Dios: carácter, santidad, recibe la adoración de Yahveh, la obra creadora de Yahveh, la salvación de Yahveh, el juicio de Yahveh y el triunfo de Yahveh.
Finalmente, al tratar el último punto Harris deja una larga cita de pasajes del Nuevo Testamento en donde Jesús recibe el nombre de Dios.
El libro termina con un breve epílogo con un resumen de las respuestas proporcionadas en su libro y con un apéndice en donde hace una propuesta para armonizar los pasajes de la Resurrección.
No podemos dejar de mencionar que este libro es básico en la biblioteca personal porque proporciona respuestas bíblicas argumentadas que nos ayudan a comprender la figura histórica de Jesús. La obra tiene dos grandes ventajas, lenguaje y estructura sencilla, que permiten un acercamiento y lectura fluida. Definitivamente, 3 preguntas clave sobre Jesús es un libro que hay que leer.
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