¿Para qué necesitamos hermenéutica?
Por Juan C. Kennington L.
Vivimos en un mundo de muchas cosmovisiones. Donde cada cultura y religión tiene su manera particular de entender lo que hay, lo que es real, lo que es de valor. El hombre por su naturaleza ha dejado de creer en Dios.
Pues aunque conocían a Dios, no Lo honraron (no Lo glorificaron) como a Dios ni le dieron gracias, sino que se hicieron vanos en sus razonamientos y su necio corazón fue entenebrecido. Profesando ser sabios, se volvieron necios, y cambiaron la gloria del Dios incorruptible por una imagen en forma de hombre corruptible, de aves, de cuadrúpedos y de reptiles.
Romanos 1:21-23
Al dejar de creer y reconocer a Dios el hombre inventa su cosmovisión. El hombre vive de tal manera que tiene que justificar su vida. No podemos llevar a cabo una acción sin justificarse. Siempre tengo razones para explicar mi conducta. Al abandonar a Dios el hombre ha buscado explicaciones de la vida que provienen de la naturaleza. Si examinamos cualquier cultura no-cristiana o pre-cristiana encontramos que su explicación de la realidad regresa a la naturaleza.
Los presocráticos griegos buscaron la esencia de la naturaleza: fuego, aire, agua y tierra. Sobre estos cuatro elementos construyeron su mundo. No había nada más que el mundo físico. Lo mismo ocurrió con los Aztecas. La vida del hombre está controlada por el sol en 4 fases: el jaguar, viento, lluvia y agua. Pero todo regresa a la naturaleza. No hay nada más trascendente.
Hoy la “ciencia” también nada más regresa a la naturaleza. ¿Cómo podemos vivir en este mundo? Tenemos que regresar a aprender de la naturaleza “inteligente”.
También encontramos en las “humanidades” la misma situación. Regresamos al hombre mismo para encontrar el solución de los problemas humanos. Estamos atrapados actualmente en la adoración o dependencia de la naturaleza y no superamos las culturas paganas. Nuestro estado actual nos pone en oposición al reconocimiento de Dios en la manera en que conocemos el mundo y donde hallamos soluciones a los problemas humanas. No dependemos de Dios, sino de la naturaleza y las humanidades.
Conclusión: Estamos enfrente a una lucha constante de la interpretación (hermenéutica) de la Biblia, y la vida. ¿Dependemos de Dios? O ¿Dependemos de nosotros mismos y/o la naturaleza? Jesús mismo nos planteo que estamos en una lucha de cosmovisiones:
"La lámpara del cuerpo es el ojo; por eso, si tu ojo está sano, todo tu cuerpo estará lleno de luz. "Pero si tu ojo está malo, todo tu cuerpo estará lleno de oscuridad. Así que, si la luz que hay en ti es oscuridad, ¡cuán grande será la oscuridad!”
(Matthew 6:22-23)
Esto quiere decir que siempre estamos en una lucha de cosmovisiones religiosas. La cosmovisión de cada persona va a ser usada para interpretar todo lo que ve en el mundo incluyendo lo que lee en la Biblia. No solo cambia la forma en que entendemos la lectura, sino también cambia la forma en que expresamos las conclusiones que sacamos.
Cuando una persona de otra cosmovisión lee la Biblia lo va a leer como un producto humano y no una revelación de Dios. Va a pensar que el humano puede equivocarse o tener un conocimiento limitado de lo que está escribiendo, y va a buscar conclusiones “naturales” o “conductas” humanas que puede ser ejemplos para nosotros o valores que debemos tener en la vida. Lo sobrenatural va a ser interpretada como un “extra” que el autor pone para que la gente pueda tener “fe”.
Cuando este “naturalista” presenta las conclusiones de su lectura va a decir, “la Biblia dice”, incluso puede decir, “Dios dijo”, o “por la autoridad de la Biblia”. Pero se va a minimizar la teología o doctrina como enseñanza acerca de Dios. Y como Kant va a decir que lo importante es lo “práctico”. Práctico quiere decir ético, o algo que lleva a la conducta o aplicación. El práctico margina el conocimiento de Dios. Dejame poner un ejemplo: Génesis 1:1 dice, “En el principio Dios creó los cielos y la tierra.” Este versículo es vital para la cosmovisión bíblica. Pero no tiene nada de “practico” que el hombre puede hacer, y como cada predicación tiene que tener una aplicación no se predica mucho de este texto. Nuestro conocimiento de Dios queda marginado.
No sólo es el pastor, predicador o maestro que clama para lo “practico” sino también los oyentes de la las exposiciones. Muchas veces escuchamos “quiero algo práctico”. No nos sirve la teología pura. La gente han sido instruido en buscarlo práctico y se ha olvidado de Dios. Es una religión sin Cristo.
Este cambio en cosmovisión incluso ha cambiado nuestra forma de evangelizar. Ya hablamos de que “Cristo es la respuesta” a los problemas familiares, desempleo, pobreza, conflictos con otras personas, alcoholismo, uso de drogas. Este mensaje contrasta con las predicaciones en el libro de Hechos donde el mensaje era que Jesús es el Cristo. " "Este Jesús, a quien yo les anuncio, es el Cristo" (Hechos 17:3; ver también Hechos 2:36; 3:18; 4:10-12, 26; 10:36,42-43; 13:32-38; 17:31; 18:28; 28:23).
que necio es decir que creemos en Dios y al mismo tiempo despreciemos el conocimiento de él solo porque no es "practico".
ResponderBorrarDice hebreos "es necesario que el que se acerca a Dios, crea que existe y que es galardonador de los que le buscan" y "sin fe, es imposible agradar a Dios" si el conocimiento de él (que solo se puede obtener porque él se revelo a si mismo en las escrituras) no nos obtendra una recompensa, entonces ni para que le busquemos, pues de hecho ni siquiera creemos que exista, menos aun que valga la pena vivir para conocerle.