Hermenéutica
Contexto Interno: lo que podemos aprender del texto mismo
Instrucciones adicionales: Método
Manuscrito
Yo inicié mis clases de hermenéutica con el método O-I-A, es
decir, Observación, Interpretación y Aplicación. Mis primeros alumnos buscaban
tener estudios bíblicos inductivos en sus escuelas, hogares y iglesias. Muy
pronto descubrí que no sabían que observar o no observaban al fondo el tema.
Esto es una ampliación de este tema, es decir enseñando como observar.
Muchas veces la interpretación se aclara a partir de la buena
observación. Uno de los secretos de observar es hacer toda el libro a la vez.
Tenemos la mala costumbre de sólo estudiar fragmentos y no el argumento
completo. Casi todos los libros bíblicos tiene un solo propósito. Todo el libro es un tratado para lograr este
propósito. Quizás Salmos y Proverbios son los únicos libros que son antologías
y no siempre llevan un propósito que una las partes. Todos los demás libros
tienen un propósito que lo une.
En el caso de los Salmos y Proverbios debemos tratar las
unidades de comunicación como si fuera un libro completo. Este unidad de
comunicación puede variar de un versículo o conjunto de versículos que hablen
de un solo tema. Los Salmos pueden ser de uno o más Salmos que tratan un solo
tema.
A. Análisis de libro
1. Primero,
leemos el libro entero y hacemos todas las preguntas que se nos ocurra. Las
preguntas al primer nivel son: ¿Quién? ¿Qué? ¿Dónde? ¿Cuándo? ¿Cómo? ¿Por qué? ¿Cuál?
2. Segundo,
leemos el libro para analizarlo, es decir, dividirlo en sus partes. Una parte
son las oraciones. Cada oración se trata de un solo idea. En los idiomas
originales o en versiones antiguas pueden ser muy largas. Las versiones actuales
tiende a hacer las oraciones más cortas.
Noten bien que las oraciones no corresponden a los
versículos. Hay más versículos que oraciones. Hacemos la comunicacion en oraciones y no en
versículos. Los capítulos y versículos solo sirven para ubicación, como las
coordenadas en una mapa y no representan divisiones en el contenido.
3. Tercero, las
oraciones están agrupadas en párrafos. Un párrafo es uno o más oraciones que
hablan de un solo tema. Nuestra tarea es de indicar los párrafos que hay en el
texto. Indicamos un párrafo con una raya que cruce la hoja de lado a lado. Para
comprobar si los párrafos son adecuados ponemos títulos a los párrafos. El
titulo debe ser de cuatro palabras que distinguen un párrafo de otro, que
representan los contenidos del párrafo y que representa lo más importante del
párrafo.
4. Cuarto, muchas
veces los párrafos son parte de una unidad más grande. Llamamos a esta unidad,
una unidad de comunicación dentro del libro que estamos estudiando. En estas
unidades tenemos que encontrar el tema y la relación entre los párrafos que
constituye la unidad.
También tenemos que identificar el elemento existencial
humano.
B. Análisis de la cultura y vida del autor y los destinatarios
originales
El texto original es un intento de un autor para comunicar un
mensaje esencial a un destinatario. El autor desea persuadir a los
destinatarios de algo especifico que es muy importante para él.
Tenemos que preguntar el texto acerca del autor. Puede ser
que esta información del autor y sus
destinatarios se encuentra en el texto. También puede ser que tengamos que
buscar en otros libros de la Biblia esta información. La información más
importante generalmente está dentro del libro que estamos estudiando.
1, El autor
¿Quién era el autor? ¿Cuáles son sus creencias o
convicciones? ¿Cuál es la evaluación del autor de sus destinatarios? ¿Cuáles
son sus no negociables? ¿Cuál era su formación? ¿Cómo era su vida antes de
conocer a Dios? ¿Cómo experimentó a
Dios? ¿Qué cambios se registraron en su vida a consecuencia de conocer a Dios? ¿Cómo
evalúa el autor a las creencias y practicas de sus destinatarios?
2. Los destinatarios
originales
Lee de nuevo El
Lector implicito
El mensaje bíblico tiene que tener un significado para los destinatarios originales si va
a tener significado para nosotros. Si no tuviera un significado para ellos, el
mensaje hubiera sido perdido por no tener significado.
Casi todos los mensajes bíblicos tienen valor por oponerse a
las creencias y practicas de la gente. Cuando
las Escrituras son nuestro adversario y pueden corregir y cambiar nuestros
deseos y esperanzas. Cuando las Escrituras sólo nos afirman pierdan su valor de
provocar una transformación (A. Thieselton, p. 9, 1992). Por esta razón es
importante conocer la situación de los destinatarios para interpretar
correctamente los escritos bíblicos.
La interpretación del texto va en dos etapas: primero para
percatar lo que el texto significaba para ellos y segundo, lo significa para
nosotros hoy. Estos son dos horizontes que tenemos que reconciliar.
Hoy mucha gente piensan que Dios existe para ayudarles
conseguir lo que desean en la vida: éxito, fama, dinero, reconocimiento. Esta visión
de las Escrituras no coincide con la enseñanza bíblica de sacrificio (Romanos
12:1-2), vivir para Él (Gálatas 2:20), y tener la actitud de Cristo (Filipenses
2:5-11). Estos textos deben acusarnos de distorsionar el evangelio a nuestra
conveniencia. Si no vemos esta oposición de lo que queremos y el plan de Dios
para nosotros no podemos entender las Escrituras. Por esta razón es importante conocer el conflicto en la
cosmovisión y el autor. Esto nos permite también corregir la cosmovisión que
tenemos hoy.
¿Quiénes eran los
destinatarios?
Positivo: ¿Cuál
era su historia con Dios? ¿Qué conocimiento tenían de Dios? ¿Qué eventos
ocurrieron en sus vidas que apunta a Dios? ¿Cuál era la esperanza mesiánica que
tenían? ¿Cuáles eran las Escrituras que ellos tenía? ¿Cómo mostraron su fe en
Dios?
Negativo: ¿Eran
fieles a Dios o servían a los ídolos? ¿Cuál era la causa de su infidelidad a
Dios: sexo (Salomón), dinero (el joven rico), poder (Simón)? ¿Cuál era su
religión antes de estar en el pueblo de Dios? ¿Qué esperanza les dio esta religión? ¿Cuál era su
cultura? ¿Cuáles eran los valores de esta cultura? ¿Cuáles eran sus creencias
que están registrados en la Biblia? (A veces la respuesta viene en el contexto
externo).
¿Cuáles eran sus problemas? ¿Según la Biblia, cuáles eran
las causas de estos problemas? ¿Qué consecuencias tenían para sus vidas?
Trata de explicar estas personas, su cultura, problemas y su
religión con una diagrama. ¿Cómo puedes visualizar a ellos?
¿Por qué el autor bíblico les escribiera de esta forma? ¿A
que situación en vida esta respondiendo el autor? ¿Qué aspectos o atributos de
Dios están en juego en esta situación?
C. Jesús y la Biblia
Si dejamos nuestras preguntas así, no hemos incluido el tema
de la Biblia en nuestra investigación. Jesús y los autores del Nuevo Testamento
dicen que Jesús es el tema de la Biblia. Las promesas del Antiguo Testamento,
son promesas acerca de y para Jesucristo (2 Corintios 1:20; Lucas 24:44-49,
Juan 5:39; Hebreos 10:7). Si decimos que la Biblia esta escrito para nosotros
estamos negando que fuera escrito acerca de Jesús. No puede ser escrito para
Cristo y para nosotros. Esto es ilógico por la ley de no contradicción. Esto significa que debemos ver como las
historias señalan a Jesús en cada parte de la Biblia.
Para entender como la Biblia se conecta en su totalidad a
Jesús tenemos que partir de la cosmovisión bíblica (cristiana).
1.
El mundo es la creación de Jesús (Juan 1:3).
2.
El hombre cayó en el pecado y se separó de Dios.
Esto significa que ya tenemos una necesidad de reconciliación.
3.
Jesús provee para esta reconciliación cuando el
se sacrificó por nuestros pecados en la cruz y fue vindicado por la
resurrección.
4.
Ahora Jesús es único creador, sacerdote, profeta
y rey que intercede y reina para su pueblo.
5.
Tenemos la responsabilidad de reconocerle y ser
solidarios con sus propósitos para su creación.
1.
Toda la Biblia desarrolla estos temas. La creación se ve en los primeros
dos capítulos de Génesis y en el Apocalipsis donde habla de una nueva creación.
Pero no termina allí. También habla de los derechos del creador en Jeremías
(Jermías 18:1-23). Toda la Biblia supone que Dios es soberano por ser su
creador. Jesús es el soberano del
universo. Cuando la Biblia habla de soberanía esta hablando el Jesús y
establece la definición de que es soberanía. La Biblia muestra que la soberanía
es el resultado de haber ganado una victoria en batalla (como Jesús ganó la
victoria sobre pecado).
2.
El segundo tema en la Biblia es el pecado (Génesis 3). El pecado se
presenta como el deseo del hombre de ser su propio soberano, de ser autónomo,
de ser auto suficiente y de no ser dependiente de nadie. El hombre quiere
asumir para si mismo el rol de Dios. Este tema no sólo está en Génesis 3 donde
Adán y Eva se rebelen contra Dios, sino es un constante en toda la Biblia. Por
esto Pablo concluye en Romanos 1:18-3:23 que todo hombre es pecador y no busca
a Dios (Romanos 3:10-18). Vemos muchos ejemplos en la Biblia de que es el
pecado desde Adán y Eva, Caín, Noé, la Torre de Babel etc.
3.
El tercer tema grande es la redención que hace Dios para salvarnos. Nuestra situación
requiere que Dios nos perdona. Este perdón es logrado por el derramamiento de
sangre o los sacrificios que se presenten a lo largo del Antiguo Testamento.
Jesús culmina los sacrificios con Su muerte en la cruz. A diferencia de los
otros sacrificio, Jesús muere “una vez para siempre” (Hebreos 9:23-28; 10:10)
terminando la necesidad de sacrificios.
Una segunda parte de la redención es el
éxodo de Egipto. Ellos habían estado esclavizados en Egipto. Esto significaba que
adoraban los dioses de Egipto y no eran libres para adorar a Señor. Ya cuando
salieron de Egipto no eran esclavos del Faraón también eran libres para adorar
a Jehová.
La redención se presenta en muchos otras
formas a lo largo de la Biblia con ideas como el éxodo, sacerdocio,
tabernáculo, templo, ley entro muchos otros temas. Por la redención vemos que
Cristo o el Mesías trabaja por nosotros como Profeta, Sacerdote y Rey.
Cuando anunciamos el evangelio estamos proclamando
que la redención fue logrado
por Jesús y tenemos que reconciliarnos con Dios (2
Corintios 5:11-21).
4.
El cuarto tema es la respuesta que damos a este mensaje del evangelio y que damos
a Jesús. Esta respuesta según el evangelio de Juan 20:30-31 es de creer en
Jesús y por medio de Creer recibir la vida en su nombre. Es obvio en la Biblia que una simple decisión
no basta para establecer una relación profundo con Dios (Josué 24). La vida del
rey Saúl también indica la poca importancia de las decisiones cuando no están
respaldos por creer la Palabra de Dios. Hay un gigante diferencia entre tomar una
decisión y creer/tener fe.
Creer
en Jesús:
Creer en Jesús significa que aceptamos que
no hay otro remedio para reparar nuestra relación Dios. Significa que no
podemos lograr un estado sin pecado. Significa que todas los otros caminos a
Padre son engaños y falsos.
Creer en Jesús quiere decir que las
definiciones y esperanzas del Antiguo Testamento del Mesías aplican a Jesús.
También que las aseveraciones de Jesús que Él hizo de su divinidad y unidad con
el Padre son ciertas. Que su muerte en la cruz hizo satisfacción a Padre por
nuestros pecados y que lograron perdón de nuestros pecados. Que Jesús es
nuestro sustituto que pagó el precio de nuestro pecado.
Significa que reconocemos a Jesús como
soberano a quien nos rendimos cuentas.
El creer en Jesús no es para conseguir
otras cosas. Mi fe en Jesús no me da nada más que Jesús mismo.
Siguiente tema: Semántica:
cómo definimos las palabras
Bibliografía:
1.
Graeme Goldsworthy, Cómo predicar de Cristo usando
toda la Biblia, Torrentes de vida.
2.
David Peterson, NT3: Las espistolas de Pablo,
Moclam.org
3.
Anthony Thiselton, New Horizons in Hermeneutics,
Zondervan, 1992.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario