Porque no nos gusta tener una confesión
"Porque se reemplaza el Espíritu por la “letra muerta”, sólo
dejando la aburrida ortodoxia muerta", segun se piensa.
Tenemos que tomar en cuenta que Adán y Eva rehusaron escuchar la palabra de Dios. Desde entonces el hombre buscar ignorar el hecho
que Dios nos ha hablado.
En Inglaterra en el siglo XVII, los “latitudinarios” rechazaron los credos y
la doctrina. Ellos creían que el centro del cristianismo era la moralidad.
Cuando la doctrina era menos importante más personas podrían unirse en los
templos. El problema que resultó fue que se reunían por sus conductas y no por
Cristo.
En el siglo XVIII Edward Gibbon (El declive y caída del imperio
romano) pensaba que la diferencia entre “homoousios” (de la misma naturaleza) y “homoiousios”
(de una naturaleza similar) era solo la diferencia de la letra “i” y no la
diferencia entre si adoramos a Cristo o no. Unos vieron a Cristo como el creador y
los otros lo vieron nada más como una criatura creada. Usando la misma lógica que Gibbon, uno podría
decir que la diferencia entre el cristianismo y el cristianismo es nada más la
diferencia entre los números 1 y 3. Dios
es uno (Judaísmo y Islam), o Dios es
tres en uno (cristianismo).
En el siglo XIX, el alemán Adolf von Harnack (teólogo
liberal y ministro de propaganda para el Káiser en la primera guerra mundial)
negó la realidad de una revelación objetiva. Redujo el cristianismo a una
creencia en la paternidad de Dios y la hermandad universal de los hombres. El
reduccionismo de Harnack condujo al abandono
de la doctrina cristiana y abrazo
del “evangelio social”.
Hacer una confesión que trata la revelación de Dios como
verdades objetivas en lugar de sentimientos subjetivos es rechazado por la
cultura contemporánea.
Una confesión es una declaración de que Dios ha hablado y
que su comunicación es clara y especifica. No somos árbitros finales de la
verdad, sino que la verdad absoluta y no negociable ha sido dada a nosotros en
las Escrituras por Dios. La confesión es una respuesta obediente a lo que Dios
ha hablado. Es un reconocimiento que Dios
es Dios, y que nosotros no somos los que decidimos la verdad. Hay otras posturas como “las Escrituras son
la verdad y solo podemos hacer nuestra interpretación (no final). No tenemos un
credo más que las Escrituras".
Esto es el caso cuando confesamos creencias que de otra
manera no hubiéramos creído. Este es el caso cuando confesamos algo que no
inventamos nosotros mismos.
“En la esfera de la religión,
como en otras esferas, las cosas acerca de los cuales los hombres esta
inclinados a estar de acuerdo, son las cosas que no valen la pena creer; las
cosas realmente importantes son las cosas acerca de las cuales los hombres
pelearán.” J. G. Machen.
No pudo ser de otro modo en el cristianismo, dado que lo
esencial de la creencia cristiana no son sentimientos donde felizmente podemos
discutir, sino de asuntos de verdades objetivas e históricas.
Una confesión es un resumen de los contenidos de la
Escritura. No es la revelación de Dios, o la Palabra de Dios. Es una respuesta
humana a la Palabra de Dios o un reconocimiento que Dios ha hablado. Sólo podemos
creer en una confesión en tanto que es fiel a las Escrituras. Una confesión
siempre señala algo más allá de si misma.
1.
Una confesión es una afirmación de lo que
creemos que la Escritura claramente enseña.
2.
Una confesión no es un documento que afirma lo
que los hombres se han acordado o reflexiones humanas acerca de Dios.
3.
Una confesión no es una extensión de las Escrituras, como si fuera la palabra
misma de Dios. Más bien es una afirmación de lo que creemos que la Biblia
enseña.
4.
Una confesión no tienen la ambición de presentar
todo el consejo de Dios o todo lo que creen los cristianos que la afirman.
Concluimos que los que piensan que una confesión limitará el
crecimiento del conocimiento humano o la madurez de uno no entienden la función
de los credos. Las confesiones no son jaulas de doctrina, sino guías, testigos
y cuerdas de seguridad.
Cómo muchos no les gusta tener una doctrina, resulta que no enseñan siempre la sana doctrina. Muchas herejias se han extendido del cristianismo. Ver el siguiente liga para ver algunas consecuencias: Herejias Evangelicas.
Cómo muchos no les gusta tener una doctrina, resulta que no enseñan siempre la sana doctrina. Muchas herejias se han extendido del cristianismo. Ver el siguiente liga para ver algunas consecuencias: Herejias Evangelicas.
No tengo la fuente de esto ultimo. No tengo a la mano la bibliografía.
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