lunes, 20 de enero de 2014

Mayordomía y el estudio


Mayordomía y el Estudio de la Palabra de Dios
Les damos la bienvenida al estudio de la Biblia y la Teología. Esta es una bienvenida a una vida disciplinada donde para tener éxito uno tiene que tener una buena mayordomía de su tiempo, dinero y de su mente.

Es un privilegio estudiar la Biblia a la luz de la venida de Cristo. “Los profetas, que anunciaron la gracia reservada para ustedes, estudiaron y observaron esta salvación. Querían descubrir a qué tiempo y a cuáles circunstancies se refería el Espíritu de Cristo, que estaba en ellos, cuando testificó de antemano acerca de los sufrimientos de Cristo y de la gloria que vendría después de éstos. A ellos se les reveló que no se estaban sirviendo a sí mismos, sino que les servían a ustedes. Hablando de las cosas que ahora les han anunciado los que predicaron el evangelio por el Espíritu Santo enviado del cielo: cosas en las cuales anhelan mirar los ángeles” (1 Pedro 1:10-12).

Es por el estudio de las Escrituras que podemos saber qué es esta salvación que ellos anhelaban. Es importante que nosotros también apreciemos la Palabra de Dios.

Jesús también dijo a sus discípulos, “Pero dichoso los ojos de ustedes porque ven, y sus oídos porque oyen. Porque les aseguro que muchos profetas y otros justos anhelaron ver lo que ustedes ven, pero no lo vieron y oír lo que ustedes oyen, pero no lo oyeron ” (Mateo 13:16-17).

Pablo, en 2 Timoteo, indica que hay varias responsabilidades del cristiano maduro. Estas responsabilidades o mayordomias las desglosa Pablo en esta carta. Mayordomía no solo es de dinero, sino todas las cosas que tenemos cumplir en la vida. Podemos llamarlas también las disciplinas del estudiante. Vamos a hacer unas observaciones sobre las responsabilidades que Pablo indica a Timoteo.

Mayordomía del corazón
Es importante que mantengamos nuestra pasión por el Señor y Su evangelio. Esto significa tener que hacer ejercicios espirituales que nos mantengan en una relación con el Señor. Pablo explica esto en Romanos 12:1-2 diciendo que “renovemos nuestras mentes”, al recordar las “misericordias” que hemos recibido de Él. Esto en el contexto de Romanos quiere decir que repasemos los contenidos del evangelio explicados en los capítulos 1 al 11. No podemos permitir que nuestra “madurez” haga que nos olvidemos del evangelio en nuestras vidas.

Mayordomía de la verdad
Pablo hace este punto en 2 Timoteo 1:13-14  con las frases “guarda el buen deposito” y “reten la forma de las palabras”. Estas indican que hemos sido encargados de guardar el evangelio que nos ha sido entregado en las Escrituras.

Algunos maestros invitan a sus alumnos a revisar su fe y ser creativos en sus formulaciones doctrinales para actualizar la fe antigua a los tiempos modernos. La meta del estudio bíblico es: 1) que lleguemos a creer lo mismo que creyeron los Apóstoles 2) que anunciemos el mismo evangelio 3) que guardemos la verdad que Jesús le entregó a sus discípulos.

Mayordomía de la tarea
En 2 Timoteo 2:2 nos comparte Pablo la meta del ministerio de enseñar a hombres fieles para que ellos puedan enseñar a otros también. Esto requiere que el pensamiento de Dios sea comprendido y transmitido fielmente. Gerald Nyenhuis (www.geraldnyenhuis.org) dice que la meta de la hermenéutica (interpretación) es “pensar los pensamientos del autor después de él”. Cuando comprendemos las Escrituras podemos poner su misma idea en otras palabras. Comprensión no es repetición exacta.

1.     El ministerio no empieza cuando uno termina de estudiar. El estudiar es un ministerio.
2.     No creas que vas a ser más fiel después de graduarte. La fidelidad es una disciplina que empieza ahora.
3.     No creas que vas a empezar a amar la iglesia después de haber terminado tus estudios. Si no la amamos hoy, no la amaremos mañana.
4.     No creas que vas a ser más evangelista después de haberte graduado o cuando tengas un ministerio en el futuro. Evangelismo es una tarea para toda la vida cristiana. Hay muchos ministros que no evangelizan porque no evangelizaron cuando empezaron la vida cristiana.

Pablo da 3 metáforas para enfatizar la importancia de pasar el mensaje a la siguiente generación. El apostol asemeja el ministerio a tres tipos de mayordomos: el soldado, el atleta y el labrador. Estos tres trabajos requieren una disciplina continua para lograr la meta. La tarea de pasar el mismo mensaje a la siguiente generación requiere fidelidad en el estudio, como estas tres profesiones.

Mayordomía del Evangelio de Jesucristo
Lo más importante, según Pablo, es de recordar a Jesucristo, crucificado y resucitado. Pablo nombra éste su evangelio (2 Timoteo 2:8). Continua explicando que por la causa de Jesús él soporta el sufrimiento por los elegidos (nosotros) para que podamos alcanzar la salvación (2 Timoteo 2:10). Es decir, que el evangelio es para la salvación de otros y no la manera de evitar que ellos sufran.

Mayordomía del estudio
Requiere que estudiemos diligentemente la palabra de Dios,  “Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que usa bien la palabra de verdad” (2 Timoteo 2:15 RV60). Esta es la manera que Pablo visualizó que Timoteo iba a realizar su ministerio.

Mayordomía de usar todos las Escritura
Pablo indica que tenemos que conocer y enseñar “Toda la Escritura” para enseñar a todos los siervos de Dios (2 Timoteo 3:15-16). El alcance de nuestro estudio es toda la Biblia. No tenemos el derecho de editarla. 

martes, 7 de enero de 2014

Hageo: una guía de lectura

Hageo: una guía de lectura

Autor:
Hageo regresa a Judea después del decreto de Ciro en 537 a.C. Era conocido en Judea como “el profeta”. Su nombre se asocia con Salmos 138 y 146-149 en la Septuaginta (LXX).

Destinatario:
Hageo escribe a los que regresaron del exilio. Sólo 10% de los judíos regresaron de Babilonia a sus terrenos en Judá después del decreto de Ciro en 537 a.C. Estos eran los más devotos y los más creyentes. Ya no eran idolatras como antes y leían más las Escrituras. Empezaron a reconstruir el templo en 536 a.C. pero abandonaron la reconstrucción por causa de la oposición local. Cuando Babilonia los desterró, mandó a otros pueblos paganos para ocupar su lugar.  Como resultado del ministerio de Hageo reanudaron la reconstrucción en 520 a.C. y la terminaron en 516 a.C.

Los que regresaron del exilio tenían mucha esperanza en el Mesías. Esta esperanza se refleja aun en el Nuevo Testamento con Simeon y Ana (Lucas 2:25-38)

Fecha:
El libro da fechas especificas en 520 a.C. Estas fechas son precisas con un margen de error de 24 horas y sirven para dar secuencia a los mensajes de Hageo.

El libro es una colección de cuatro mensajes dados en 520 a.C. por Hageo. Los mensajes se relacionan con la reconstrucción del templo después del Exilio de Nabucodonosor. Este es el templo al que Jesús acudió cuando lo presentaron y en las fiestas de Pascua. A Herodes le tomó 46 años para construir la fachada antes que llegara Jesús (Juan 2:20). Este templo también fue destruido en 70 A.D por Tito y sus tesoros llevados a Roma para construir el Coliseo.

Contexto:
Dios destruyó el primer templo que había hecho Salomon y desterró a los Judíos por sus pecados y rebeldía por mano de Nabucodonosor. Esta acción de Dios estaba predicha por Moisés en Deuteronomio 28-29. Dios, el verdadero rey de los Judíos decía: " si ellos fuesen desobedientes, no podrían permanecer en Su tierra.

Ellos regresaron del destierro o exilio tal y como Isaías lo había profetizado más de 100 años antes; esto fue posible gracias a una orden dada por Ciro (Isaías 45:13). Ciro, rey de Persia, decretó que los judíos podrían regresar en 537 a.C. Al llegar, ellos empezaron a construir de nuevo el templo en 536 a.C. Sin embargo, la oposición de enemigos y las preocupaciones de la vida hizo que la obra se detuviera y se volviera a reanudar hasta los mensajes de Hageo en 520. El templo fue terminado en 516 a.C.



Bosquejo de Hageo:
Para hacer este bosquejo voy a seguir los Oráculos que Hageo mismo indica:
Primer Oráculo: Reedificar el templo (Hageo 1:1-11)
La respuesta del pueblo (Hageo 1:12-15)
Segundo Oráculo: La presencia del Señor (Hageo 2:1-9)
Tercer Oráculo: Consulta a los sacerdotes (Hageo 2:10-19)
Cuarto Oráculo: Promesas a Zorobabel (Hageo 2:20-23)


Exposición de Hageo:
Primer Oráculo: Reedificar el templo (Hageo 1:1-11)
Se registra que el pueblo se resistía a reconstruir la casa del Señor (el templo). La manera en que lo hacen es diciendo: “no es el tiempo adecuado para este proyecto” (Hageo 1:2). La respuesta del Señor a esta actitud se deja sentir en los problemas económicos que comienzan a padecer. Hageo claramente explica que sus problemas económicos son a raíz de su actitud hacia el proyecto de Dios.

Hageo hace un resumen de la situación:
“Ustedes esperan mucho, pero cosechan poco; lo que almacenan en su casa, yo lo disipo con un soplo. ¿Por qué? ¡Porque mi casa está en ruinas, mientras ustedes sólo se ocupan de la suya! Afirma el Señor Todopoderoso” (Hageo 1:9).

También enseña que Dios es responsable por la mala condición económica del pueblo, “yo hice venir una sequía” sobre todo tus productos (Hageo 1:10-11) por culpa de las prioridades en sus vidas (Hageo 1:10).

La respuesta del pueblo (Hageo 1:12-15)
Zorobabel (su nombre quiere decir, “raíz de Babilonia” es de la línea real de David) y el pueblo obedecieron al Señor. Hageo afirma que el Señor está con ellos y registra el día que reiniciaron la reconstrucción del templo.

Segundo Oráculo: La presencia del Señor (Hageo 2:1-9)

El propósito de este Oráculo es animar a la gente a terminar la reconstrucción. Físicamente, el segundo templo era sólo una sombra de lo que había hecho Salomon. El oro, la plata y otros adornos habían sido quitados o destruidos. Zorobabel y los que habian visto el templo de Salomon se dieron cuenta de que el segundo templo no iba a llenar sus expectativas. Pero Hageo viene con este mensaje:
Dios esta con ellos (Hageo 2:5)
Dios esta guardando el pacto que hizo cuando salieron de Egipto (Hageo 2:5).
Dios va a hacer temblar a todas las naciones (Hageo 2:6).
Todo la riqueza de las naciones va a llegar a la nueva casa (Hageo 2:7).
El esplendor de esta segunda casa (el templo que están construyendo) será mejor que la primera (el templo de Salomón) (Hageo 2:9). Como Jesús iba llegar a este templo, Dios usó a Herodes para completarlo y decorarlo para Su venida. En un sentido,Jesús es la gloria de este templo porque es Dios mismo llegando a su casa (Juan 2:13-22).
En este lugar se va a establecer la paz (Hageo 2:9).

Todas estas cosas que el Señor hace, están relacionadas con la venida de Jesucristo, El Mesias. Algunos puntos son necesarios para su venida y otros estan relacionados con lo que el Mesias mismo cumplira.


Por tanto no deben desanimarse de realizar la reconstrucción. Es parte del plan de Dios. No están trabajando en vano.

Tercer Oráculo: Consulta a los sacerdotes (Hageo 2:10-19)
Hageo aparentemente responde a la ligereza de los sacerdotes tocando lo “santo” de su oficio sacerdotal. Hageo los exhorta a una mayor santidad en la tarea de ser sacerdotes.
La segunda parte de este mensaje es que Dios va a cambiar la maldición en bendición (ver Génesis 12:1-3).

Cuarto Oráculo: Promesas a Zorobabel (Hageo 2:20-23)
Este mensaje era para afirmar el liderazgo de Zorobabel sobre el pueblo de Judá.


La importancia de Hageo
Hageo dio mucha importancia al Segundo Templo. Este es el templo que iba a visitar Jesús.  La habitacion de Dios también es importante en el Nuevo Testamento pues el habita en nosotros (1 Corintios 3:16; 6:19 y 1 Pedro 2:4-5). Jesús nos prometió estar con nosotros siempre (Mateo 28:10). Pablo dice que Cristo esta en nosotros: es nuestra esperanza de gloria (Colosenses 1:27).

El templo:
El templo es muy importante para Hageo. El templo en si no era grande. Solo los sacerdotes podian entrar. El sumo sacerdote sólo usaba el cuarto principal una vez al año y no se hacía música dentro de el.

Jesús vino a este templo para su presentación al octavo día de vida (Lucas 2:21-24). Sus padres llevaban a Jesús al templo cada pascua (Lucas 2:41). El Evangelio de Juan registran muchas visitas a Jerusalén en su ministerio (Juan 2:13-3:13; Juan 5:1-15; Juan 7-9; Juan 12:12-20:29).

Jesús indica que sus discípulos no van a adorar en un lugar especifico sino en todas partes del mundo (Juan 4:21-24). La muerte de Jesús pone fin a los sacrificios en el templo por que Jesús es la último víctima sacrificial para el pecado “una vez y para siempre” (Hebreos 10:1-10).  Cualquier regreso al templo y sus sacrificios sería un desprecio a Jesús y su sacrificio. Sería una declaración de que su sacrificio no fue suficiente.

Pero, ¿En donde y como hoy los cristianos acuden y adoran a Dios si el templo ya no es necesario en la era despues del Nuevo Testamento? Pablo responde que la comunidad cristiana, es decir, la iglesia es el templo de Dios donde podemos acudir a Cristo (1 Corintios 3:12-17; 1 Pedro 2:4-12).  Si fallamos como congregación-templo la gente no llegará a Dios, ya que la iglesia es de suma importancia para establecer contacto con Dios. El Nuevo Testamento jamás habla de la iglesia como un edificio y los primeros cristianos no construyeron su primer edificio hasta por el año 200 AD.

Esto contrasta con los iglesias que vemos hoy. Todos se meten en los “templos”. No se hacen sacrificios allí. Ya tenemos música dentro de templo. El templo se hace grande para que más personas pueden estar allí. Recordamos lo que hizo Jesús, que se sacrificó una vez y para siempre.

El mensaje de Hageo hoy
Al igual que en los tiempos de Hageo, los cristianos tendemos a poner nuestra casa, familia, trabajo, y entretenimiento como primera prioridad y relegar a Dios al segundo plano.  También “esperamos mucho” y “cosechamos poco”. El proyecto de Dios esta abandonado mientras que buscamos construir nuestras casas.

A diferencia del pueblo Judío, después de Cristo ya no estamos encomendados a construir templos de piedra, sino de compartir la palabra de Dios y hacer discípulos en toda la tierra (Mateo 28:16-20). Está comisión no esta centrada en un lugar geográfico especifico como era el templo de Jerusalén. A veces un edificio para ensenanza y educación es necesario. Pero no sera donde habite Dios en el mismo sentido que lo fue en el Antiguo Testamento.

Nos irá mejor en la vida cuando ponemos a Cristo como nuestra prioridad.

Bibliografía:
Joyce Baldwin, Haggai, Zechariah, Malachi, IVP.
G.K. Beale, The Temple and the Church´s mission: a biblical theology of the dwelling place of God,  IVP, 2004.
Alfred Edersheim, El templo: su ministerio y servicios en tiempos de Jesús, Portavoz.
Gordon Fee y Douglas Stuart, La Biblia: libro por libro, Vida.
David F. Pennant, “Hageo” en Carson, et. al. Nuevo Comentario Bíblico Siglo XXI, Casa Bautista.