lunes, 28 de marzo de 2011

Reseña critica del libro: Misión en transformación.

David Bosch, Misión en transformación: cambios de paradigma en la teología de la misión, Libros de desafío, 2000.

Este libro es una reflexión sobre la misión cristiana desde una perspectiva escéptico y no deriva sus reflexiones solo de las Escrituras.

David Bosch, profesor de misiones en Sudáfrica, toma su esquema interpretativa de Hans Küng, autor católico, quien ve más esperanza en enseñar ética que proclamar el evangelio de Jesús. Küng toma la idea de “cambio de paradigma” de Tomás Kuhn. Küng aplica su idea a toda la historia de la iglesia (1984) y Bosch lo aplica sólo a la historia de la misión cristiana (1991).

El libro de Bosch traza la historia de la misión cristiana. Él habla de seis paradigmática cambios en la manera en que se hace la misión.

Empieza con dos de los evangelios, Mateo y Lucas-Hechos. A este “paradigma” Bosch lo llama Apocalíptico. Este paradigma dura hasta por el año 200. La meta de la misión es de hacer discípulos.

De allí pasa a un modelo griego-patrístico que dura desde el año 250 hasta el año 400. La meta en este etapa es vida.

El tercer modelo es la de la iglesia católica medioevo que se consolidaba en el año 600 y dura hasta 1450. La meta era la expansión del cristiandad.

El cuarto paradigma es la reforma protestante y se extiende hasta el año 1750. La meta era la renovación.

El quinto paradigma es de las misiones modernas que empieza por 1750 y dura hasta 1950. La meta en este etapa era la salvación y una mejor vida.

El sexto paradigma empieza en 1950 y dura hasta el presente. Este periodo no tiene un nombre todavía. La meta actual es de hacer discípulos para una transformación social y espiritual.

Se ve donde Bosch representa la postura de los escépticos en cuanto a las escrituras, cuando no incluye los cuatro evangelios en su definición del evangelio. Sólo se base en libros “aceptables” por todas las corrientes escépticos. Esto reduce el evangelio a un mínimo.  También da la idea de que uno puede escoger lo que quiere del evangelio. 

Hay dos presupuestos.  Uno es que Mateo, Lucas-Hecho y Pablo representan tres paradigmas de misión distintos. (78-79). Y el tratamiento de Pablo sólo es a partir de las cartas: Romanos, 1 y 2 Corintios, Gálatas, Filipenses, 1 Tesalonicenses y Filemón. Las otras seis cartas de Pablo están ignoradas por Bosch por no tener un consenso de que fuera Pablo su autor (160).

Otra presuposición es que el hombre esta progresando o mejorando con el tiempo. Esta ilusión esta de tras el desarrollo de todo el libro. Al contraste, la Biblia no presenta el hombre que se mejorar. Todos somos dignos de muerte. No alcanzamos mejorar en nuestra ética o en nuestra relación con Dios como raza.

Estas dos presuposiciones influyen todo el libro, porque dan el peso fuerte a la cultura y no a la revelación de Dios. También las metas de cada edad muestran que Bosch considera los cambios en la misión de la iglesia por la cultura, cuando debe haberlo mostrado cambios en la cultura por la influencia del evangelio. Pero el peso del argumento del libro es para mostrar como la cultura ha cambiado el evangelio.

La idea de Bosch que el cristianismo esta cambiando, esta el opuesto de la enseñanza del Pablo.  En Gálatas 1:8-9 dice que cualquier cambio en el evangelio es anatema o maldito. En 2 Timoteo Pablo indica que debemos “retener la norma de las sanas palabras que has oido de mí, ...” (2 Timoteo 1:13 NBLH). Y continua “Guarda, mediante el Espíritu Santo que habita en nosotros, el tesoro que te ha sido encomendado” (2 Timoteo 1:14 NBLH). Esto es como dice Jeremías, “Mi pueblo ha cometido un doble pecado, han abandonado la fuente de agua viva (el Dios de las Escrituras) y han cavado sus propias cisternas (inventado otras palabras)” (Jeremías 2:13).

Si Bosch tiene razón:
No tenemos un evangelio, sino muchos.
No tenemos una Biblia, sino muchas “escrituras”.
No tenemos un filtro para rechazar las nuevas (emergentes) ideas.
No tenemos una razón de rechazar a apóstoles contemporáneos  que no pueden dar testimonio de las enseñanzas de Jesús.
No tenemos un filtro para rechazar novedosas enseñanzas.
No tenemos la misión de proclamar el evangelio bíblico.

El libro de Bosch tiene valor en que muestra las presiones culturales que han estado presentes en la historia para moldear las prácticas, liturgias y enfoques de la misión. Muchas veces estas fuerzas no han sido evaluadas por las Escrituras pero han sido incorporadas a la iglesia.

La meta de la primera edad no ha cambiado.  Dios no ha cambiado.  El sigue con su gran comisión de hacer discípulos de todos las familias, enseñándoles a guardar todo lo que había mandado...(Mateo 28:16 a 20).

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